Estar, ver, oír y compartir: 24 horas entre ermitaños

Estar, ver, oír y compartir: 24 horas entre ermitaños

1 de noviembre del 2015

Quizás esta noche he cruzado una puerta: coherencia con mi vida. Aquí he encontrado hospitalidad, amabilidad, dan sin esperar nada a cambio, emoción, sentimiento…, van «sumando» mi conocimiento con su experiencia. Inolvidables estos momentos, incalculable el valor de su amistad.

maica_rivera_51

Esto es otra realidad, es un refugio aislado del mundo. Permanecen en su zona de confort, su religión los protege, los une. Estar con ellos en este mundo proporciona serenidad, pero, si soy consecuente con mi forma de vida, aunque a veces experimente contradicciones, entiendo que en este mundo de guerras, corrupción, pobreza, enfermedad… mi vida no tendría sentido en este aislamiento. Desde aquí no puedo construir.

Actuar en consecuencia conmigo misma es seguir dando información de todo aquello que me cuestiono. Proponer pequeños «pasos» que propicien grandes «movimientos»… Seguiré actuando y siendo consecuente con mis pensamientos. No tiene nada que ver con creencias religiosas, políticas: jamás nada que limite la libertad de mi opinión

Agradezco enormemente estas 24 horas de paz, de la sabiduría que estos frailes han compartido conmigo. Su bondad me devuelve esperanza…

Tormenta se reafirma: hay que actuar, remover conciencias, sacudir la zona de confort… Cada vez tengo más claro que en nuestro interior todos sentimos inquietud y nos ronda una cuestión… Si unimos nuestras «cuestiones», ¡desatáremos una verdadera Tormenta!

Estar, ver, oír y compartir. Es lo que seguiré haciendo.

Un abrazo,

Maica Rivera

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *