Domingo 29 noviembre. Como siempre, «abro las calles de la ciudad». No hay nada como una carrera de madrugada por el centro para apreciar la belleza de Córdoba. ¿Por qué no conseguimos que desaparezca la estacionalidad turística y aumentar pernoctaciones?

Leo prensa local con perspectiva e intento analizar mi nombre e imagen. Siempre relacionada a cuestionar nuestra gestión turística, siempre en batalla… ligando gastronomía, arte, cultura , Historia…

Hoy, un par de pensamientos. En primer lugar, no creo que seamos merecedores de ser referente nacional. Podríamos serlo, pero apertura de museos, precio de hoteles, turismo de compras…. Muchos «frentes» aún pendientes.

Por otro lado, aquí, desde mi oficina, para todas aquellas personas que se preguntan qué es lo que me «mueve e impulsa», qué es lo que me mantiene siempre «inventando»… Es inquietud, sed de conocimiento, emoción ante la belleza, no aceptar un «no» por respuesta, no estar dispuesta a que lo que «debería ser» cohíba lo que realmente quiero hacer.

Es domingo. Pasaré todo el día en oficina poniendo al día trabajo atrasado, pero también activando nuevos proyectos… ¿Lo siguiente? Viaje a Egipto en diciembre. Por supuesto, visitaré Luxor… arqueólogos españoles… ¿Aparecerá la tumba de Nefertiti? Su legendaria belleza, su papel político y religioso…

Los lugares transmiten «sensaciones». Estar en el sitio crea conexiones, hace que la Historia deje de ser algo leído, pasa de ser «conocimiento» a convertirse en «sabiduría«…

Estoy esperando fecha del vuelo, unos 10 días y allí estaré … ¿Contesta mi pensamiento a la pregunta o genera aún más dudas? ¿Lo veis? Me mueve la vida, la Historia, la eterna búsqueda… en soledad, sí, pero en soledad escogida.

Compartir en un domingo cualquiera como hoy conversaciones de deficiencia de gestión turística y, a la vez, la ruta de un viaje a Egipto. Mi tiempo: aquí, con mis compañeros de trabajo, que ya me conocen y no les extraña verme trabajar meses seguidos para luego desaparecer unos días, volver con un nuevo brillo en la mirada… Ya nada en mi les extraña.

Un abrazo,

Maica Rivera