Gante ciudad de leyendas olvidadas; «Caritas Romana»

Gante ciudad de leyendas olvidadas; «Caritas Romana»

20 de enero del 2017

Gante ciudad de leyendas olvidadas; «Caritas Romana»

Verla en la distancia es un sacudir con rabia olvidada la calma maldita que mantiene alejada la vida…acercarse a ella, es tocar el cielo del sentimiento y bajar al infierno de los sentidos.

                                                                                                                                Viajera impenitente.

Gante embruja, apoderándose de la mente arrasa y se introduce en los recuerdos, especial e inolvidable.  Allá donde mires, calles con magia, canales , puentes, castillos y tras cada mirada, una leyenda que llega al viajero convertida en letra o palabra escrita, e impaciente quiere ser contada …y su cielo, su cielo enamora pues el gris se vuelve rosa sin avisar, o naranja,…y sus nubes, nubes en las que parece la luz habita, capturan la imaginación que desbocada ve figuras extrañas que aún mas aceleran el alma.  Incluso el frío aquí es calidez que con gélida caricia incita al deseo incontrolable de una taza de chocolate.  El pensamiento distraído empieza a fantasear ante la visión de esculturas que parecen hablar.  Al terminar el día no sé si he caminado por un bosque de elfos y hadas escondidas o por una ciudad antigua… ambos lugares coexisten en Gante.

La luz habita en Gante…

Pisar su suelo adoquinado lleno de sombras -que no son oscuras pues tras cada una de ellas se ocultan claras y bellas leyendas enterradas- y sentir que toda la ciudad te envuelve recordándote que durante los siglos XI al XVI era el segundo destino más importante de Europa -en primer lugar París-, aquí, en la plaza de Korenmarkt donde se inauguró el primer hospedaje europeo para viajeros -año 1228-, Gante reposo del viajero que recorre viejo continente…

Gante, leyenda de vida que hace que el hielo queme y el agua de los canales temple.

Sutileza artística que toma cuerpo en numerosas formas, una de ellas “La Adoración del Cordero Místico” o Políptico de Gante, cuyas dimensiones y vibrantes colores me deja pensativa admirando “El triunfo de la verdad sobre el tiempo”, escultura que decora el púlpito de la catedral –San Bavón– mezcla de estilos romántico, gótico y barroco- expresando en cada detalle el poder del arte para hablar sin palabras.

Gante es tiempo… tiempo pasado, presente y futuro, tiempo que desborda y se apodera de cada detalle, de cada edificio que cuenta la historia de la ciudad.

El Castillo de Gante estremece en su sala de torturas -S.XII-, el Stadhuis o ayuntamiento -su fachada mezcla sublime de diferentes estilos compite en belleza con el ayuntamiento de Bruselas– con su soberbia capilla nupcial y 6 vidrieras que representan a los condes de Flandes, la torre del campanario -Belfort- construida en el S.XIV  simboliza la autonomía de la ciudad,  la iglesia de San Nicolás bello monumento construido en el S.XIII y que tiene como base un templo antiguo incendiado en 1176, la plaza de Korenmarkt en la que descansar y asumir los siglos de cultura e historia que con peso aplastante parecen se han apoderado de mi mochila… Tanto patrimonio cultural y arquitectónico que abruma por su inmensidad.

Entre todas las esculturas un relieve quizás no muy conocido data del año 31 d.c, “La Caridad Romana” o Manmelokken , situado en la fachada frontal de la antigua vivienda del carcelero de la ciudad (entre el campanario municipal y la lonja del paño), plasma una imagen de amor filial conmovedora, representada incluso en un fresco de Pompeya. El libro de anécdotas “Facta et dicta memorabilia” (escrito hacia el 30 d.C.) del escritor latino Valerio Maximo nos posibilita conocer la leyenda, tantas veces representada en la historia del arte.  La escena pintada en un cuadro de Rubens puede parecer perturbadora si no se conoce la historia.

Idem praedicatum de pietate Perus existimetur, quae patrem suum Mycona consimili fortuna adfectum parique custodiae traditum iam ultimae senectutis uelut infantem pectori suo admotum aluit.

“En la misma consideración se ha de tener la devoción filial de Pero, que a su propio padre Micón, cuando éste sufrió una similar desgracia e igualmente estaba confinado en prisión con una edad muy avanzada, lo amamantó, acercándolo a su pecho como un bebé.

                                                                                                                                                         Valerio Maximo . 

Rubens «Caritas Romana»

Sucedió en Gante sobre el año 30 d.c, los protagonistas  padre e hija despiertan a través del tiempo un sentimiento inherente al ser humano, el instinto de protección de una madre, pues Pero era hija, pero principalmente madre. 

Cimón un hombre encarcelado condenado a morir por inanición -se desconoce el delito-, tan solo se sabe que era de edad avanzada y que devotamente recibía todas las mañanas la visita de su hija Pero. Los carceleros eran testigos mudos del amor de la hija hacía el padre, Pero, puntualmente todos los días, con lágrimas en los ojos, entraba y salía de la prisión. Extrañados de que transcurría el tiempo y Cimón continuaba vivo a pesar de no recibir alimento alguno, lo pusieron en conocimiento de las autoridades quienes finalmente descubrieron el misterio. Pero, recientemente madre, amamantaba a su anciano padre, el inmenso amor que hacía este sentía superaba cualquier perjuicio, tanto era el amor filial entre padre e hija que aquellos mismos que habían condenado a Cimón conmovidos lo liberaron absolviéndolo del delito que, desconocido en la historia, pudiera haber cometido.

La intensidad del sentimiento convirtió esta leyenda en inspiración de numerosas obras de arte e impulsada por la pintura, escultura, literatura e incluso música ha traspasado límites de tiempo y espacio, convirtiéndose en ejemplo y enseñanza humana que demuestra la fuerza que mueve al mundo; el amor.

Contemplar la escultura sabiendo que tras ella se encuentra la prisión donde todo sucedió, hace que sienta las lágrimas de la muchacha mientras a su padre alimentaba, me estremezco al pensar la tormenta mezcla de tristeza, ternura, afecto e incluso piedad que debía de desbordarla…

Relieve Caritas Romana

Gante tiene mucho que contar, oculta tras cada monumento acecha la leyenda, fluyendo por sus canales navega la historia, y presente en su atmósfera flota el sentimiento de vidas pasadas…todo unido atrapa, envuelve y enamora.

Rodeada de campos de flores de belleza indescriptible -ciudad de las flores-, ni por asomo preparan para la belleza arquitectónica, que si por el día deslumbra, al caer la noche con su iluminación especial de luz incrustada en puentes y edificios, hace que dudes si es la misma ciudad. Maravillarse dos veces ante lo desconocido, sorprenderse, emocionarse en cada esquina es inevitablela llovizna no abandona el cielo e impregna aún más de belleza misteriosa la ciudad.

Un abrazo

Maica Rivera

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