No espero nada, pero aspiro a todo

No espero nada, pero aspiro a todo

10 de febrero del 2016

Preguntan por qué no sonrío nunca, por qué hay un halo de eterna melancolía en mi mirada, en mi comportamiento, en mi actitud.

Mi querida amiga Lucía Exteberria:

No soy un personaje de ficción, tan solo una mujer que ha conseguido quitarse el peso de la dependencia emocional.

He elegido una vida de continuo movimiento, de aprendizaje diario, de búsqueda continua… Me enriquece enormemente todo lo que hago, personas que se cruzan en mi camino aportan y estimulan mi crecimiento personal. Por lo tanto, a la pregunta de que si mis días son productivos, contesto rotundamente que sí.

Maica luciaEstudio e ideo mil proyectos. Unos ven la luz, otros sirven para poner a prueba mis capacidades… Lo cierto es que día a día voy adquiriendo experiencias, momentos inolvidables.

Esta es la vida que deseo vivir. Es incompatible con el modelo convencional, pero es tan intensa y estimulante que no puedo renunciar a ella. Sensaciones de libertad, de vértigo, de cansancio, de adrenalina constante… Vivimos una época de enorme volatidad económica y política:

  • La información que recibimos nos lleva al autoengaño
  • Nos arrastran corrientes que sólo aportan la aceptación social
  • Los prejuicios y tabúes eliminan libertad y, sin ella, desaparecen las oportunidades
  • No espero nada pero aspiro a todo
  • ¿Mi futuro? Sólo me importa que mi presente sea el que acabo de describir

Un abrazo,

Maica Rivera

2 thoughts on “No espero nada, pero aspiro a todo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *