Buenos Aires, Cementerio de la Recoleta

Buenos Aires, Cementerio de la Recoleta

15 de junio del 2018

Buenos Aires, Cementerio de la Recoleta

Quizás sea porque el arte se enamoró de la muerte y decidió seguirla a su mundo que en el Cementerio de la Recoleta incontables esculturas pueblan las calles y rincones escondidos. O tal vez tan solo sea porque allí lo inerte se siente vivo.

Sea como fuere, muerte y arte en el barrio de Recoleta yacen juntos. En su belleza, el camposanto se ha convertido en un lugar especial para el viajero que desee explorar el misterio más antiguo: ¿cómo es realmente nuestro último destino?

Sobre el “museo” al aire libre que es este cementerio se han escrito cientos de artículos, pues la muerte despierta sentimientos muy divergentes y cada palabra escrita sobre ella necesita de mil más que la expliquen para que no caiga en el vacío de lo desconocido. Pero la información nunca es suficiente cuando el tema, a la vez que fascinante, es temido.

Casi doscientos años cumplidos

Construido en el barrio de Recoleta de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el cementerio debe su nombre a los frailes de la orden de los Recoletos, ya que en su disolución en 1822, el terreno de la huerta del convento se convirtió en el primer cementerio público de la urbe.

En un principio se alzaron tumbas humildes hasta que la clase alta de la población se mudó al creciente barrio como consecuencia de las epidemias que asolaban la parte sur. Esta clase pudiente, así como comenzó a edificar suntuosos palacios, levantó majestuosos sepulcros. Para dotar a la muerte del mismo lujo que en la vida habían conocido.

El lugar comenzó a ser codiciado como última morada por adineradas familias que deseaban pertenecer a la memoria de un país. A través de la inmortalidad que concede el arte, perseguían que su tumba fuera destino visitado para alejar el olvido.

Actualmente, en solo cinco manzanas y media se concentran más de trescientas cincuenta mil almas. Los mausoleos de mármol, las numerosas bóvedas y las estatuas realistas provocan una atmósfera única donde el arte roba protagonismo a la vida, pues transmite tanto sentimiento que la piedra palpita…

… Y a cada latido se percibe que en la muerte, a veces, se halla más pasión que en la vida.

Si lo único seguro en la vida es la muerte…

Es una decisión en vida poder elegir dónde entregarse a la muerte…, cómo si al escoger algo relativo a nuestro óbito nos garantizara no perder el control del recuerdo que dejaremos al irnos.

Fue así como el Cementerio de la Recoleta se pobló de personajes que le confieren su carácter histórico. Domingo Faustino Sarmiento, Evita Perón, Raul Alfonsín, entre otros muchos, seleccionaron esta necrópolis por el significado que para el pueblo de Buenos Aires el lugar estaba adquiriendo.

Pero no solo por sus personalidades ilustres y su acervo escultórico es interesante su recorrido, ya que parte de su encanto se halla en sus insólitas historias: un sinfín de mitos, de fantasmas y de “leyendas” que mantienen vivo el mundo de los muertos, pues ese es el secreto de la belleza de este lugar: aquí nada se halla muerto.

No quiero dejarme guiar por los vivos

Las más de cuatro mil bóvedas se organizan, al igual que la ciudad que las alberga, en un trazado rectangular de manzanas y calles. Sin embargo, en contraposición a la amplitud de Buenos aires –una de las urbes más grandes del mundo–, el cementerio de Recoleta es un lugar que se percibe pequeño y laberíntico a pesar de no serlo. Podría decirse que la muerte aquí nos envuelve en un mundo donde el espacio no tiene valor alguno.

Comienzo a caminar sin rumbo. No quiero dejarme guiar por los vivos. He venido a escuchar a los recuerdos, que aunque muertos, ellos siempre pueden ser oídos. Al pasar frente a las tumbas, en cada inscripción, en cada escultura, en cada nicho, asoman ecos de otros tiempos, de otras vidas, de otros mundos.

Me pierdo entre sepulcros y, al perderme, dejo de sentir dolor alguno mientras escucho el respirar de aquellos que ya no necesitan oxígeno. Desaparece también en mí la rabia contra los que se han ido. Sí, admito mis sentimientos confusos: enfado, impotencia, tristeza, vértigo, liberación… Todo ello me invade en esta mañana de húmedo frío argentino.

Los tonos de la esculturas denotan el paso del tiempo y la importancia de esa muerte para los vivos –como arrugas que en un rostro indican edad y cariños que han vivido–. Algunas relucen, otras han enmohecido…

Observo expresiones que «hablan» sin sonido, cuentan historias tan reales que sus «palabras» dotan de soberbio realismo a la piedra…, convirtiéndola de ser inerte a ente vivo.

…Entonces comprendo que tú no te has ido, que en este momento estás aquí conmigo, que mi memoria no permitirá jamás tu olvido… Y lloro, como hago en todos los cementerios que visito. Me pregunto no cómo será mi último destino, sino si tú a él viajarás conmigo.

Estimado lector:

A la muerte, todos la hemos «sentido», pero existen lugares como el cementerio de La Recoleta que al recorrerlos nos enfrentamos a nuestros miedos más ocultos…

Un abrazo

Maica Rivera

Con la colaboración de Buenos Aires Ente de Turismo.

Fotografía Laumy Vargas y Manuel Ruiz

Aquí el espacio físico no tiene valor alguno
El arte siguió a la muerte a su mundo...
Su acervo escultórico...
El cementerio, casi doscientos años construido...
En su interior sus calles asemejan un laberinto...
Majestuosos sepulcros...

36 thoughts on “Buenos Aires, Cementerio de la Recoleta

  • 15 junio, 2018 at 23:16
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    «…Entonces comprendo que tú no te has ido, que en este momento, estás aquí conmigo, que mi memoria no permitirá jamás tu olvido… «… Cómo se parece a veces la poesía del desamor con la del último suspiro…

    Mi querida amiga MAICA… NO me gustan los cementerios… aunque estén repletos de Arte como el de la Recoleta… pero tienes toda la razón en que esa irrefutable REALIDAD a la reflexión… INVITA…. y lo has conseguido de forma admirable, como siempre.

    Cuántas obras de Arte han conseguido trascender a la mismísima representación de la muerte… de ahí su gran valor para el ser humano.
    Cuando visito un cementerio tan sólo me invade el DESEO de vivir con más intensidad la… VIDA…

    Muchos besos y abrazos… 💋💋💋

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    • Maica Rivera
      16 junio, 2018 at 07:19
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      …el desamor y la muerte están íntimamente unidos. Confieso que no le temo a la muerte, sin embargo a sufrir por desamor… no sabría describir la sensación de caída al abismo que me produce, quizás, es por ese miedo, que al amor rehuyo.
      Por lo demás, mi querido artista, SÍ, me gustan los cementerios, porque en ellos siento a mi lado a una persona a la que quise mucho…aunque realmente él siempre está conmigo.
      …Por último, que no tema a la muerte no implica que la busque… DESEO vivir siempre y cuando pueda hacerlo haciendo aquello que amo, escribir, si algún día no pudiera preferiría morir, pues ya estuve muerta en vida más de veinte años… y no tendría fuerzas para repetirlo.
      Un gran abrazo y beso… y gracias por «VIVIR» conmigo.
      Maica Rivera

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  • 16 junio, 2018 at 00:29
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    …..lindo tributo demostrando aunque morimos el arte sigue viviendo Maica, increíble (cementerio() lugar que nunca supe que existía y ahora lo se. Buenos Aires, Argentina para mi la Europa del Sur de America, el toque Gótico del La Recoleta me imaginó quizás te dio inspiración para tu articulo, …..bien echo Maica. Saludos, Andres

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    • Maica Rivera
      16 junio, 2018 at 07:27
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      Andrés:
      Creo que de alguna manera no todo en nosotros muere, así como el arte es inmortal, nuestros pensamientos y sentimientos nunca desaparecerán… por ejemplo, cuando yo muera, siempre habrá alguien que «tropiece» con alguno de mis textos, y aunque le resulten antiguos, leerá, y al leer, una parte de mí existirá.
      Gracias Andrés por tus palabras, por tu tiempo…y por «viajar» conmigo. Un gran abrazo con todo mi cariño.
      Maica Rivera

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  • 16 junio, 2018 at 01:51
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    Es un lugar lleno de historias fascinantes.
    Es casi un museo donde se mezcla el dolor de las pérdidas, con la majestuosidad de sus esculturas.
    Es un cementerio donde está la historia de grandes familias, personas y personajes de Argentina. 
    Gracias por compartir con nosotros amiga.

    Reply
    • Maica Rivera
      16 junio, 2018 at 07:31
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      Berenice:
      ¿Gracias?, soy yo la agradecida. Por tu cariño, por tu tiempo, por formar parte de mi vida… por hacerme «apego» al mundo de los vivos, gracias, amiga mía. Un gran abrazo y besos.
      Maica Rivera

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  • 16 junio, 2018 at 10:09
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    Al margen de ser un cementerio, es un lugar con muchísima historia de Argentina.
    Muy interesante el artículo.

    Reply
    • Maica Rivera
      17 junio, 2018 at 08:33
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      Anna:
      Es una gran verdad: los cementerios están impregnados de historia y recorrerlos es percibirla. Gracias por tus palabras y por compartir. Un gran abrazo.
      Maica Rivera

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  • 16 junio, 2018 at 11:18
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    A mi los cementerios me dicen muy poco y mira que todos los días paseando con Simón, mi perro, llevo durante un buen tiempo la tapia de uno bien conocido a mi lado.
    Para mi no existe mejor recuerdo, que el que se pueda tener de aquella persona en vida.
    Lo demás es amargarse uno la existencia ante la nada llorando.
    No soy partidario de la suntuosidad de muchos para quienes ya no son.
    Siento no compartir tu interés por vivirlos visitándolos.
    Un saludo.

    Reply
    • Maica Rivera
      17 junio, 2018 at 08:42
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      Ángel:
      Agradezco tu sinceridad, cada uno percibe la muerte de forma distinta según sus enseñanzas y experiencia en la vida. Yo he perdido a muchas personas queridas y quizás los cementerios me den la esperanza de que de alguna manera volveré a verlos… Los recuerdo como fueron en vida… pero siento su presencia tan intensamente que me pregunto donde habitan… Un gran abrazo y gracias por compartir tu pensamiento, pues la diversidad enriquece la «vida».
      Maica Rivera

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  • 16 junio, 2018 at 12:08
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    Dear Maica:
    I too like cemeteries, there is still so much energy there and so many emotions that fly around you. The Recoleta Cemetery sounds beautiful! I too am not saying it’s beautiful cause there are dead people there, but it is beautiful because the living are showing such respect to their dead. Your travels and teachings are awaited with extreme pleasure!! Enjoy!!
    Brenda

    Reply
    • Maica Rivera
      17 junio, 2018 at 08:46
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      Brenda:
      Thanks you. The beauty of cemeteries is the respect of the living towards the dead. Walking through them invites the deepest reflection. A big hug.
      Maica Rivera

      Reply
  • 16 junio, 2018 at 12:15
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    La vida y la muerte siempre van de la mano..los cementerios nos traen recuerdos de los que ya no estan, pero siguen con nosotros un abrazo muy fuerte y un beso…amor.

    Reply
    • Maica Rivera
      17 junio, 2018 at 08:50
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      Antonio:
      Los cementerios son el lugar donde habitan los recuerdos de los que ya no están, de los que se fueron… de los que dejaron un vacío en nuestra vida. Al recorrerlos, ese vacío para bien o para mal se llena… y es entonces cuando muerte y vida se dan la mano… Un gran abrazo querido Antonio, cuídate mucho…y vive la vida.
      Maica Rivera

      Reply
  • 17 junio, 2018 at 07:55
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    Es un sitio con mucha historia.
    Contarlo es poco vivirlo es mejor. 

    Reply
    • Maica Rivera
      17 junio, 2018 at 08:52
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      Rachel:
      Es cierto…vivirlo es mejor… y aprovechar cada segundo de vida. Un gran abrazo.
      Maica Rivera

      Reply
  • 17 junio, 2018 at 15:47
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    Ce cimetière est un musée à ciel ouvert, chargé d’un passé exceptionnel.
    Merci pour votre article.

    Reply
    • Maica Rivera
      18 junio, 2018 at 08:28
      Permalink

      Laure:
      Merci pour ton message. Je suis désolé que le traducteur automatique de la langue n’est pas bien compris. Amicalement!
      Maica Rivera

      Reply
  • 17 junio, 2018 at 15:49
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    Pasear por el cementerio de La Recoleta, viendo las tumbas y mausoleos con decoraciones de diferentes épocas tiene que ser muy interesante.

    Reply
    • Maica Rivera
      18 junio, 2018 at 08:29
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      Andrés:
      Es una experiencia indescriptible, es la historia, el arte y la muerte «juntas»… Un gran abrazo.
      Maica Rivera

      Reply
  • 17 junio, 2018 at 16:19
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    Es una buena experiencia para aprender de la historia Argentina.

    Reply
    • Maica Rivera
      18 junio, 2018 at 08:31
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      Alejandro:
      Es como aprender historia desde otra perspectiva, la visión de las tumbas recuerda que hay hechos que jamás se deben repetir… Un gran abrazo.
      Maica Rivera

      Reply
  • 17 junio, 2018 at 17:13
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    Gracias una vez más por compartir con nosotros otra gran artículo donde podemos ver que la muerte y la vida van de la mano y que en este cementerio cuanta con grandes familia y personajes Argentinos

    Reply
    • Maica Rivera
      18 junio, 2018 at 09:07
      Permalink

      Melany:
      Es una gran verdad, la vida y la muerte van de la mano, y en un cementerio se observa que una de la otra se han enamorado. Un gran abrazo.
      Maica Rivera

      Reply
  • 17 junio, 2018 at 18:06
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    Sin duda para mirar con otros ojos, es más que un cementerio, es un lugar cargado de historia y de historias, un lugar que te transporta a otros tiempos, que te transmite sensaciones.
    Nunca había visitado un cementerio y me fascinó, así que mil gracias Maica por ampliar la información que me faltaba.

    Reply
    • Maica Rivera
      18 junio, 2018 at 09:11
      Permalink

      Rosau:
      Mi querida amiga, la vida y la muerte tienen música distinta, pero en un cementerio tienen similar melodía. Un gran abrazo y gracias a ti por tu tiempo Rosau.
      Maica Rivera

      Reply
  • 17 junio, 2018 at 20:14
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    Un lugar repleto de personajes importantes de la historia argentina. Muy interesante.

    Reply
    • Maica Rivera
      18 junio, 2018 at 09:13
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      Maria Jose:
      Gracias por tus palabras. Es cierto, es un lugar que es parte importante de la historia de Argentina. Un gran abrazo!
      Maica Rivera

      Reply
  • 17 junio, 2018 at 20:40
    Permalink

    Creo que los cementerios son ese lugar de reflexión y recuerdo en los que celebramos la vida a través del reencuentro con los que ya no están con nosotros. La sociedad actual está perdiendo esa cultura de recordar a sus muertos cuidando sus tumbas, tal vez porque no queremos ver la muerte. Pero ésta es parte de la vida.
    Como siempre, un artículo estupendo que hace reflexionar. Gracias Maica

    Reply
    • Maica Rivera
      18 junio, 2018 at 09:16
      Permalink

      Mercedes:
      Gracias a ti por compartir tu tan certera reflexión «tal vez porque no queramos ver la muerte…» Un gran abrazo y gracias por tu atención diaria y tiempo a mis publicaciones.
      Maica Rivera

      Reply
  • 18 junio, 2018 at 09:42
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    Es un lugar con muchos monumentos y personajes históricos. 
    Me ha gustado tu artículo.

    Reply
    • Maica Rivera
      19 junio, 2018 at 06:41
      Permalink

      Anthony:
      Te agradezco el mensaje, es impulso par seguir escribiendo. Un gran abrazo.
      Maica Rivera

      Reply
  • 19 junio, 2018 at 08:59
    Permalink

    Je pense que c’est un endroit à voir au même titre que le père Lachaise à Paris.
    Votre article est très intéressant.
    Bonne continuation.

    Reply
  • 19 junio, 2018 at 09:08
    Permalink

    L’ architecture des monuments est assez exceptionnelle. C’est un passage presque obligé pour voir le caveau d’Eva Péron Duarte.
    C’est très intéressant de visiter ce genre de lieux.
    Bonne journée.

    Reply
  • 19 junio, 2018 at 09:17
    Permalink

    L’atmosphère qui se dégage de ce cimetière doit être particulière, presque mystique. Vous avez dû vous sentir comme transportée dans le passé.

    Reply
  • 20 junio, 2018 at 14:19
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    Buen escrito …el arte refleja los horrores de las guerras en dramaticas ocasiones. Como goya…entre otros un abrazo y beso mi querida Maica.

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