¿Sabíais que el rápel es la maniobra de montaña que conlleva mayor índice de accidentes?

Os puedo asegurar que, dependiendo de la confianza que tengamos en nosotros mismos, disfrutaremos de esta increíble actividad o experimentaremos un bloqueo que nos impedirá «el movimiento» y solo podremos salir de allí si nos rescatan.

¡Por primera vez en mi vida, el descenso por una cima! Literalmente anduve por la pared de la montaña. La adrenalina de sentir que tu vida depende de un sistema de poleas, de apoyar el pie con confianza, pasito a pasito, soltando cuerda conforme te sientes seguro…

Sientes que no importa nada más que mantener la calma. Conseguí olvidar todo aquello que me preocupa. Allí solo hay una lucha interna contigo mismo: mantener el control de tus emociones, del pánico…

Sinceramente creo en la capacidad de «reinventarse, de ser la persona que quieres ser. Todos tenemos la fuerza necesaria para luchar contra la comodidad, la monotonía. Pequeños pasos como los que yo daba para bajar esa montaña iban produciendo un gran cambio en mi confianza, me sentía cada vez más libre, desapareció el miedo y comencé a disfrutar de las vistas…

Cuando se emita el programa en televisión local veréis que acabo saliendo por una cueva, arrastrándome entre murciélagos…

Dicen que no tengo límites, creo que simplemente decidí que desaparecieran… Mis 16 años en hostelería han conseguido «templar» a la persona que ahora estáis conociendo, a la que se le ha abierto un mundo nuevo. Pienso explorarlo….

¿Y vosotros? ¿Queréis daros una una oportunidad de experimentar? No hace falta «tirarse» de una montaña, quizás sea un paseo por el campo, quizás descubrir la emoción de una opera, de leer un libro…

Nuevas experiencias…, pequeños cambios que pueden cambiar nuestra vida.

Un abrazo,

Maica Rivera