En un retorno «nada» es lo mismo: Egipto

En un retorno «nada» es lo mismo: Egipto

18 de diciembre del 2017

En un retorno «nada» es lo mismo: Egipto

Lo sientes así. Sin prisas y sin ansiedad por conocer lo que vendrá todo es distinto. En ese instante, comprendes con qué tienta el mundo… Sorprender a cada segundo.

Regresé a Egipto para sentir una vez más el espíritu del Nilo, y amanecer en él, rodeada de agua que desafía al desierto con su leve murmullo. Corriente que susurra lo que no cuentan los jeroglíficos: la vida es un incesante cambio continuo.

En la tierra de los faraones milenios de historia custodian creencias que a pesar del tiempo continúan siendo fundamento del comportamiento del mundo. Allí, el hombre por vez primera creyó en la vida después de la muerte. Desde entonces, a ella le rinde culto.

Los egipcios razonaron que el ciclo del ser humano a la naturaleza debía ser parecido. El sol nace y muere cada día para revivir a la mañana siguiente olvidando cualquier dolor producido; al igual que el Nilo crecía cada estación e inundaba su fértil orilla con su limo convirtiendo lo yermo y seco en ricos cultivos…Todo se sucede en un círculo en el que la inmortalidad es el centro del mismo.

Y al marchar, los recuerdos…

En su convicción de la existencia de un más allá para los difuntos, olvidaron que la humanidad quizás no merezca el regalo que la tierra da los suyos: la eternidad de lo infinito.

En mi segunda estancia, Egipto ha querido enseñarme que nunca se repite lo mismo. Ya lo dijo Heráclito: es imposible bañarse en las aguas de un mismo río. Antes que él, lo pensaron los egipcios… 

…Entiende y aprende que el aquí y ahora es imposible repetirlo. Detente. Respira. Observa…Y al marchar decide qué recuerdos llevar contigo, pues ellos son la llave que pueden mantenerte vivo.

En un retorno «nada» es lo mismo

Cada madrugada, antes de despuntar el día, un sonido quiebra la calma del Nilo. Es la llamada a la primera oración de las cinco diarias que, en el islam, son dogma y principio. La religión les recuerda que existe algo o alguien más importante que ellos mismos y por unos minutos se entregan a la fe que han elegido.

El canto del almuédano, desde las mezquitas, transmite tal intensidad que todo lo cotidiano pasa a un momentáneo olvido; la fuerza espiritual de la melodía es más poderosa que el propio rezo pues evoca de manera universal el pensamiento de que existe otro mundo. Hace milenios, en estas tierras, el hombre perpetuar su vida por primera vez quiso. 

…Una hora y media antes de que salga el sol; cuando el astro rey está aún oculto y todavía se distinguen, nítidas, las estrellas, se escucha la plegaria sobre un texto único, acompañada por diferentes sonidos. El momento exacto de la «llamada» lo determina la luz. Se rige por el ciclo de la Tierra que está en movimiento ininterrumpido.

Sin importar creencias ni de dónde venimos, recorrer Egipto es un vislumbrar que hubo una civilización superior a todo lo conocido… Imposible describir la grandiosidad y solemnidad  de los vestigios. En su sabiduría revela que regresar a un lugar es oportunidad de encontrar respuestas que el pasado desvelar no quiso.

…El alba me sorprende pues con su prontitud despierta sin compasión a lo dormido; música extraña en un idioma que no puedo descifrar pero que transmite cariño. Armonía de sonidos que en mi vuelta he encontrado heridos… Ya no acarician cuando, dormida, no encuentro sentido a nada y parece que me reprenden. Dicen que no conocen a la persona en que me he convertido.

Sin importar creencias…

Y en la variación de ese eco lejano que invoca sentimientos escondidos –o acaso en la mía– surgen las preguntas… Ellas son el hechizo de Egipto.

El desierto es espejismo de lo que fuimos

Aunque el recorrido es similar: el Valle de los Reyes, el templo de Karnak, La Gran Pirámide, El Cairo, la bella Alejandría…, es distinta la percepción de los sentidos.

…El aire no es cálido y permite disfrutar del abrazo denso que por la arena he recibido. La luz sin crueldad a los ojos permiten admirar Egipto. El oído –sorprendido y agradecido– recibe el regalo del sonido del viento, de la corriente del río…e incluso del rezo no entendido. El gusto se deleita tranquilo pues ya no percibe el sabor salado del sudor antes conocido. Y el olfato aspira aroma sin temor a fuego continuo.

Así es Egipto. Siempre distinto. Tierra donde, desde muy antiguo, reina el sol. Él indica la hora del rezo; el color de los templos; la densidad del aire; el volumen de los sonidos…Sin lugar a dudas su intensidad todo lo cambia, incluso, lo primero, a nosotros mismos. Quizás por ello el país es destino tan repetido.

O tal vez sea porque muestra que la realidad es relativa y que nuestro universo depende de cómo queramos sentirnos…Aunque un hermoso motivo de retorno sería que los egipcios creyeron que la muerte significa un nuevo inicio… y nosotros necesitamos pensar lo mismo.

Lo más probable: su soberbia belleza y magia de lo divino.

Tan solo puedo asegurar que la tierra de los faraones es promesa de la naturaleza de que no existe el olvido. Y que la palabra «morir» no tiene sentido… La vida no es muerte sino cambio imparable hacia lo desconocido. 

Dicen los ancianos, que para asumir esta lección no es necesario errar por el mundo. Es posible que tú, en otro lugar, en otro momento…lo hayas intuido.

Un abrazo.

Maica Rivera

 

La vida no es muerte sino cambio imparable...
El hombre por primera vez concibió la vida después de la muerte...
En el regreso, los cinco sentidos perciben distinto....
Existe un secreto que no está escrito...
La palabra «morir» no tiene sentido
Recorrer Egipto es un viaje a lo desconocido

4 thoughts on “En un retorno «nada» es lo mismo: Egipto

  • 18 diciembre, 2017 at 21:49
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    Que bello …tierra de faraones que los..sentidos y emociones afloran , como una segunda piel..tierra donde el amor y el descanso del alma es eterno…leerte es como estar alli junto a ti..un abrazo y un beso de los que no terminan nunca..te quiero Maica

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    • Maica Rivera
      19 diciembre, 2017 at 06:47
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      Mi querido Antonio; de manera virtual has estado allí conmigo, ¿recuerdas?…Día tras día a través de las redes sociales al caer la noche compartíamos.Quizás por ello este texto te ha vuelto a transportar a Egipto. Recuerda que en el «regreso» todo es distinto amigo mío! Un gran abrazo y mi más sincero cariño.
      Maica Rivera

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  • 4 enero, 2018 at 02:15
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    My dear Maica,
    when Henry Miller says «one’s destination is never a place»… then I will go this way over and over again, to feel that … «Life is beautiful!!!‘‘
    A big hug
    Vera

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    • Maica Rivera
      4 enero, 2018 at 06:18
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      My dear Vera:
      The «destiny» calls and we go. Refusing to let go of our instincts is absurd. A big hug and never ignore what your feelings tell you; Always listen to yourself and discover another world.
      Maica Rivera

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