¿España va bien? Depende para quién

¿España va bien? Depende para quién

26 de marzo del 2016

Crisis, trabajo precario, despidos, recortes… Estas son algunas de las palabras que más hemos venido escuchando, leyendo y observando en los últimos años.

Desde 2008 estamos viviendo una de las etapas más duras en lo que a economía se refiere, dejando sin empleo a millones de personas. Algunas abiertamente se declaran víctimas de la pobreza, otras se esconden… Lo que en un principio parecía un receso, una pequeña piedra en el camino de la economía española, resultó ser a la postre una muralla a nivel mundial más fuerte que la de Dubrovnik. Sí, aquella que sirvió para repeler los ataques en época medieval.

Llena de dudas frente a tal grado de desilusión en el sistema económico, recurrí a Fernando Faces García, Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Bilbao, para que me explicara de forma sencilla y simple qué está ocurriendo y qué se prevé en este primer semestre del 2016, ya que sectores tales como el comercio y la hostelería están sufriendo una ralentización en sus ventas y crecimiento con respecto al repunte económico del 2015.

Las palabras de este reputado docente y estudioso de la Economía son claras: La recuperación que al menos parecía estar en ciernes, actualmente sufre una situación de bloqueo político (recordemos que España lleva más de 100 días sin Gobierno), lo cual no ayuda a que se cumplan las previsiones del presente año, y sigamos mejorando nuestros números.

“El crecimiento de la economía del 2015 a un ritmo entre el 0,8 y el 1% es ya un sueño. El ritmo del primer trimestre del 2016 se sitúa en un 0,65% y se prevé un 0,6 en el segundo… Son cifras reales que no tienen que ver con el número de nuevas aperturas de empresas, números que a veces esconden la realidad de un receso económico que se está produciendo por falta de inversores. La incertidumbre política y la ‘sombra’ de unas nuevas elecciones que están creando una situación de ‘espera’ paralizando la economía.”

Otra tendencia es la creación de negocios con la estrategia del low cost, la cual genera una competencia brutal, derivando en una guerra de precios que, unida a la falta de experiencia de muchos, está reventando el mercado y devaluando el valor real de sectores que son fundamentales en nuestra economía.

¿Quién fomenta la “pobreza invisible»?

La difícil situación que atravesamos lleva a emprender este tipo de negocios o a emplearse en los mismos, pero…, ¿no conlleva este tipo de negocio (a corto y medio plazo) una bajada de salarios, ya que no hay otra manera de reducir gastos? ¿No estamos nosotros mismos fomentando la “pobreza invisible”?

Tendríamos que apostar por otros sectores productivos, por potenciar aquellos en los que somos más reconocidos, aportar diferenciación y valor a nuestros servicios y productos… Siempre he preferido la calidad a la cantidad, y como bien es sabido “la calidad no está en el precio, está en el servicio”.

Lejos de las mejoras que cada día intentan hacernos ver los políticos con “mensajes semielectorales”, la situación real es más que desalentadora, sobre todo por esa incertidumbre que generamos a los inversores externos al no contar con una situación política estable.

Rezo para que con la formación de un gobierno que lidere los próximos cuatro años la situación mejore y comience una nueva etapa de crecimiento y esperanza. Seguir inmensos en una espiral de incertidumbre económica es algo que no viene bien ni a la macroeconomía ni, por supuesto, a la microeconomía.

Al contrario que la muralla de Dubrovnik, que nunca fue conquistada por un ejército hostil, nosotros sí tenemos que saber conquistar los corazones de los políticos y pedirles, por activa, por pasiva, por teléfono o vía email, que España se merece una clase política a la altura de sus habitantes.

Un abrazo,

Maica Rivera

Artículo publicado en El Día de Córdoba

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