Mdina «La Ciudad del Silencio» muralla de leyendas silenciosas…

Mdina «La Ciudad del Silencio» muralla de leyendas silenciosas…

11 de febrero del 2017

Mdina «La Ciudad del Silencio» muralla de leyendas silenciosas…

«No concibo belleza mas grandiosa que la del Mar y Océano, el azul del agua es perfección inigualable de Mar y Cielo, aún así, hay lugares que Tierra creó en El Origen…y conocerlos anhelo».

                                                                                                                                Sirena.

En el interior de Malta existen ciudades que contienen milenios de historia y silencio.  Aislada en el tiempo, fortificada en primera estancia en el año 700 a.C por fenicios, se encuentra la hermosa ciudad de Mdina.  Separada de tierra y realidad, mediante muralla de piedra caliza color ocre, con muros reforzados en 1.091 por normandos que excavando también amplio foso, formaron barrera y defensa inquebrantable.

Cruzar su puerta…

Maleth como la llamaban fenicios o “Citta Vecchia” como era llamada en 1.570 d. C -cuando Valletta la sustituyó como capital de Maltase erige indescriptible y misteriosa.

Alejarse de la costa y adentrarse en el interior de Malta, es viaje de sensaciones. Rodeado de aguas mediterráneas este archipiélago huele a puerto, a barco, a mar e historia.  Leyenda de más de 7.000 años, roca que caracteriza las construcciones de ciudades y pueblos, ir hacia Mdina es perder el azul del horizonte de su litoral rocoso, no visualizar agua, pues apenas ríos atraviesan sus tierras…

Contemplar La Ciudad del Silencio en el corazón de Malta es entender la petición de las sirenas, «transformar escamas en eternas piernas para poder caminar junto a  San Pablo»; aquí se cree que habitó el Apóstol después de su naufragio.

La entrada a la ciudad es puerta que cruza el tiempo.  Escenario de películas, referente en arquitectura medieval y barroca, ejemplo de ciudad amurallada en Europa, destino de turistas y viajeros… peregrinación de católicos, pues este, fue el primer lugar donde el catolicismo derrotó y sustituyó las creencias religiosas romanas, al convertir San Pablo -año 60 d.C- al gobernador de la isla Publio a la doctrina y fe cristiana -Roma en la distancia no pudo evitar que Publio fuera nombrado primer obispo de Malta-. 

Para testificar encuentro entre profeta –Pablo–  y romano –Publio-, los normandos -siglos más tarde-, construyeron una catedral en el lugar donde ambos se encontraron. Destruida en el gran terremoto de Mdina de 1.693, y reconstruida en 1.697 es hoy, uno de los edificios religiosos más importantes del archipiélago maltés.

Relojes que marcan tres horas…una para el Diablo..

«La Catedral de San Pablo» así como gran parte de la ciudad, es referente arquitectónico en el que predomina el barroco, bajo el cual se adivina alma y cimiento medieval de antes del gran temblor de Tierra que asoló Mdina, sumiéndola en un caos, del que emergió fuerte y segura.

En la reconstrucción de la ciudad los adornos arquitectónicos, característica del estilo barroco, expresaron lo que La Ciudad del Silencio aún hoy no pronuncia.

Frente a la gran plaza, La Catedral de San Pablo se alza altiva, dos imponentes relojes en la fachada marcan horas distintas, pues las iglesias no solo piensan indicar la hora al ser humano, sino que creyentes de Infierno y Diablo, idearon una forma de despistar al «malévolo ser» y así evitar que tentara a almas que confiadas, se creían a salvo en los edificios considerados sagrados.

Iglesias, Capillas, Ermitas…Malta posee 365 templos cristianos, uno para cada día del año. Celosas guardianas de la verdadera fe, sabedoras de que el Diablo acude buscando nobleza que transformar en maldad que conduzca a la condena eterna, puso trampa para evitarlo.

Dos relojes, el de la derecha para ojos mortales y el de la izquierda, donde habita oscuridad y tinieblas con hora falsa, para que el fuego del infierno al culto religioso no fuera convocado…

En Mdina donde el tiempo es considerado extranjero “no grato” los dos relojes adquieren aún mayor significado, pues cuenta la leyenda que si de las dos horas indicadas, se calcula la mitad exacta, nace una tercera hora, que no es para humanos ni demonios, sino para Tierra, Cielo y Océano…para Roca, Ángel y Sirena; es la hora de Malta y de la historia del mediterráneo.  Si en el centro de la plaza la pronuncias, es un romper el sonido para mejorarlo…cruzar puerta, traspasar frontera, romper con lo establecido y cotidiano, manera de comprender lo incomprensible, de ver lo invisible, de oír y sentir el pasado.

Si la tercera hora has conjurado…

La tercera hora es para el que desee ver…

…suenan cascos de caballos, secos, tajantes, -cada posar herradura en suelo de más de 4.000 años es eco que lleva a ese pasado-, se mezclan con el sonido del silencio.  Silencio que ahora suena, huele, se siente, embarga y golpea sentidos, recuerdos…toca piel, arde sangre. Es denso, tiene cuerpo, cálido y a la vez amargo, lo acompaña soledad, ambos van de la mano.  Calles estrechas, siniestras, únicas…roca caliza que es arquitectura de palacios y escritora silenciosa de versos olvidados…de ella nacen flores, que demuestran que piedras que construyen historia, adquieren vida que palpita aún más que la del ser humano.

Imágenes religiosas incrustadas en calles que son laberintos de Tiempo, andar sin saber hacia donde…y sin embargo algo indica que será destino acertado.  En ese momento eres viajero extraviado, solo soledad camina a tu lado, mientras, silencio domina el espacio. Las calles por sus estrechez no dejan ver final ni cielo, del que cae fina llovizna…es Mar y Sirena que en esta hora tan especial, ha hallado la manera de pisar Tierra a mi lado. La hora de Malta, la única en la que cobra vida el mediterráneo.

Calles tan estrechas que no dejan ver…

Mdina y sus palacios en las calles parecen encerrados, hogares de nobles que aquí se asentaron en el S. XII, normandos, sicilianos, españoles; nobleza que aún aquí vive y guarda celosa intimidad, secreto y silencio…puertas con aldabas que representan la importancia de aquellos que viven bajo el agua y envuelven Malta...la roca protege, calla y esconde…el Mar narra, describe y con Sirena, hipnótico atrapa.

 

Común a las tres horas mencionadas, la del ser humano, demonio y la enigmática maltesa, son fachadas, calles, cielo, balcones, ventanas que encierran con forja y hierro.  Palazzo Falson, Palazzo de Piro…al fondo “Carmelite Priory” aquí la historia de la insurrección maltesa, frente a la conquista de Napoleón en 1.798  es la que invoca, con leyenda olvidada, la hora embrujada.

Cuenta la historia que Napoleón durante la campaña de Oriente, solicitó entrar a puerto en Valletta , denegado por el Gran Maestre de La Orden de San Juan, quién alegó causa de ser neutros en guerras, Napoleón mandó conquistar el archipiélago maltés.

Piedra histórica que está viva..

Envió soldados a siete puntos estratégicos, uno de ellos Mdina, conquistada antes que las capitulaciones de Valletta, con las que la ciudad se entregó a las tropas francesas -posteriormente Valletta sufrió un asedio que duró dos años-.  El pacto de pagos y tierras no fue respetado.

Napoleón ordenó a la iglesia «donar» al ejército francés, los tesoros que no resulten imprescindibles para el culto religioso y los nobles de la orden religiosa San Juan, de sus tierras fueron expropiados.  Los soldados comenzaron a saquear iglesias y lugares sagrados para financiar a un ejercito exigente, altivo, acostumbrado a tomar sin medida ni consecuencia lo deseado.

Los malteses en su fe se sintieron insultados; franceses despertaron el espíritu dormido de un país tantos años dominado. 

 

Cuenta la leyenda que un niño de tan solo 12 años, ante el saqueo de la iglesia de las carmelitas en Mdina, tiró una enorme y pesada piedra al comandante que dirigía a los soldados, la primera acción rebelde de un pueblo hecho esclavo.  Para protegerlo de la represalia una pequeña muchedumbre se agrupó y sin ser gentes de guerra con Francia  en esa pequeña plaza lucharon.  Vencieron y las campanas tocaron, habitantes de otras ciudades las armas sin conocerlas alzaron ….olas bravas del espíritu del mediterráneo.

Iglesia donde un niño desató la sublevación de un país..

La historia del «levantamiento» de Malta es difusa, pero el silencio habla de pasión y carácter forjado en su historia de más de 7.000 años, habitantes malteses sin ser soldados lucharon aún sin victoria, hasta que el ejercito británico conquistó el codiciado y estratégico país -sus puertos eran necesarios para reponer los suministros en las barcos durante las largas guerras que en Europa se protagonizaron-, en 1.964  Malta consiguió la independencia. 

La sublevación de una nación desatada por la pequeña mano de un niño.  Él, frente a esta iglesia, aquí en Mdina, se sintió humillado. La infancia no siente miedo ni temor al futuro, solo ellos oyen gritos silenciados…«La Ciudad del Silencio» contiene tras sus muros magia para escucharlos.

Si alguna vez contemplas los relojes de la fachada de la Catedral de San Pablo, recuerda que existe una tercera hora aquí en Malta, si la pronuncias, el silencio se vuelve denso, toca piel, arde sangre…no es otra cosa que la sublevación de tu alma amurallada y encerrada, no por muros, sino por límites que gritan en silencio ser eliminados.

Muros que pueden tocar piel y arder sangre..

Un abrazo.

Maica Rivera

 

 

 

Ciudad de Mdina. Malta
Mdina. Catedral de San Pablo.
Mdina. Malta. Vilhena Palace
Mdina. Malta. Vilhena Palace
Mdina. Malta.
Mdina. Aldaba que recuerda al Mar...

One thought on “Mdina «La Ciudad del Silencio» muralla de leyendas silenciosas…

  • Maica Rivera
    13 marzo, 2017 at 18:23
    Permalink

    Thank you for your words, writing of such beautiful sites, with so much history and legend is not a merit, for me it is a privilege as well as a responsibility, sometimes I fear not being able to convey all the importance of the place … I write In poetic prose, because I am not able to put rules to a text that comes from the soul of a place. A hug.
    Maica Rivera.

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