Telaraña de soledad

“Desperté del recuerdo que ahoga un latido envuelta en telaraña de soledad.
Sentí que, de no mirarse en otros ojos, los míos se habían cerrado;
que mi piel, de no rozar con otra piel, se había agrietado;
y que mi alma, de no encontrarse con otro alma, se estaba muriendo….
Reconocí la seda de la telaraña en la que estaba atrapada,
elástica para que ni yo misma sintiera cautividad;
fuerte para que nada me amenazara.
Soy yo esta araña sensitiva tejedora de destinos ajenos.
Cuando el amor se olvida, ¿sabe alguien dónde va?
Maica Rivera

10 de noviembre del 2016 07:40 / Maica Rivera.