Reloj astronómico de Praga: no se puede detener el Tiempo…

Medir el tiempo es un invento del hombre en una tentativa de dominar y dirigir la vida e incluso la muerte.  Sin embargo, ambas, indomables, se ríen de todas las mediciones…

                                                                                                    Fragmentos de Vida

Praga y el reloj medieval astronómico de la Ciudad Vieja recuerdan que hubo una época en la que la magnitud física que llamamos Tiempo era ordenada por la posición de los astros. Existencia y quehaceres diarios se organizaban en torno al Sol y la Luna…

     …el Universo, parece, exhibe toda su belleza en la pared de la torre del ayuntamiento.

El reloj es en su estilo el más antiguo de Europa.  Fue construido por Nicolás de Kadan en el año 1410 junto con el matemático y astrólogo Jan Sïndel, considerado el padre espiritual de la máquina.   En 1490, el relojero Jan Rûze –conocido por Hanus– diseñó e incorporó el mecanismo que aún se conserva y en frente al cual, según la leyenda, Hanus habría pronunciado estas palabras…

El Universo exhibe toda su belleza…

”…lo que construí con orgullo llegué a odiar en la oscuridad nacida del castigo de crear diseño que al Cosmos dio visibilidad…”

El Orloj –así llamado en Praga– se compone de varios elementos y es hoy un referente entre los numerosos relojes astronómicos que se construyeron en los siglos  XIV y XV.

El imparable transcurrir del tiempo 

Cuatro figuras flanquean el reloj.  Son alegorías que representan la vanidad, la avaricia, la muerte y la lujuria. Incorporadas en el siglo XVII, y junto con el “Paseo de los apóstoles” –estatuas de madera integradas en la reparación  de 1865-1866– con su movimiento representan el imparable transcurrir del tiempo.  Todas las figuras mueven negativamente la cabeza, excepto la Muerte, significando así que ella tiene siempre la última palabra.

El cuadrante astronómico es la parte más antigua.  En su fondo representa la Tierra y el Cielo, así como los elementos que los rodean. La base del mecanismo del reloj es el astrolabio, instrumento para determinar la posición de las estrellas y demás astros. Entre ellos, la figura del Sol tiene una gran importancia, pues es al que la máquina ajusta su funcionamiento.

Ajusta su mecanismo a la figura del Sol…

El calendario circular fue incorporado en 1870 y representa con doce círculos los meses del año. A cada lado, dos esculturas personificando a un filósofo, un ángel, un astrónomo y un cronista…

Contemplar el reloj es admirar una exhibición de la importancia del Cosmos en la filosofía de la Edad Media, aun después de más de seiscientos años de su construcción…

….. La ciudad enseña a todo el que la visita la duración de la noche y el día, fecha de eclipses lunares y solares…,la hora de las mareas… Todo ello con el sonido puntual de la campanilla de la muerte y del reloj de arena que, en su huesuda mano, se invierte… Y en ese breve momento se pueden oír palabras no escritas…:”No se puede detener el día, sería como intentar detener el segundo que cambia toda una vida…”

La historia se entrelaza con leyenda, y, a veces, se siente perdida

Tras algunas confusiones sobre quién fue el autor principal, una inscripción demuestra que fue Nicolás de Kadan y que Jan Ruze, Hanus, incorporó en 1490 la maquinaria.

De lo que nunca hubo duda fue que la perfección y belleza del mecanismo se convirtieron en reclamo de quien quisiera comprobar la precisión del Infinito. Siendo centro de atención de viajeros y autoridades, sus campanadas cada hora punta pasaron a ser el latido del corazón de Europa.

El latido del corazón de Europa…

Cuenta la leyenda que, ante la admiración que despertaba la obra, el relojero Hanus fue interrogado acerca de si sería capaz de construir un reloj similar en otro lugar.  Al ser su respuesta afirmativa, los ediles de la ciudad, frente al temor de que otra maquinaria compitiera en grandiosidad con la ya construida, mandaron cegar a Hanus...¡Nunca hubo recompensa más injusta!  Quemaron sus ojos para que no pudiera repetir pieza tan magnífica.

“No fue el dolor del fuego lo que mientras mis ojos ardían me enloqueció…fue la certeza de que no podría volver a crear engranajes o pesas que el tiempo midieran  …”

Tras el castigo recibido, Hanus pidió a su ayudante lo condujera hasta la torre del reloj.  Una vez allí, escuchando las frases de admiración de las personas que contemplaba su obra, el sufrimiento lo golpeó y, situándose frente al engranaje principal que daba vida al reloj, introdujo la mano para detener, a la vez que su vida, el funcionamiento de lo que lo había sumido en la oscuridad más absoluta…Mientras se desangraba, en su enajenación pronunció maldición: “Cada vez que la maquinaria se detenga, llegará a Praga la desolación.”

Cuenta la leyenda que se tardó casi medio siglo en arreglar el daño que Hanus provocó, y demuestra la historia que nada de esto sucedió….

Bombardeos de 1945 …

Lo cierto es que dos de los sucesos más trágicos de Praga tuvieron lugar mientras el reloj recordaba su condenación…Sufrió grandes daños y su mecánica se detuvo en 1945 –incendio provocado por bombardeos durante el final de la Segunda Guerra Mundial–, y en 2002 con la gran inundación que desoló la ciudad…Praga, sea cierta o no la leyenda, no concibe que el reloj deje de sonar. Bastantes desgracias han sucedido ya.

Dejarse llevar …El reloj no se detendrá.

…La hora punta a punto de marcar. Entre las 9:00 y las 21:00, no logro recordar…Una gran multitud se reúne bajo la torre. El reloj difuso y antiguo se prepara para sonar…La maquinaria hace desfilar una hilera de doce apósteles después de que la Muerte anuncie con su campanilla que nada cambiará y que ella vendrá al igual que el tiempo no dejará de pasar…El problema es que con tanto ruido no puedes escuchar la gran verdad que el reloj de arena que la muerte posee quiere contar…Mejor a la noche regresar.

…Y retorno…,El vértigo en la soledad de la plaza empieza a dominar a la razón, que afirma que es la misma ciudad que de día bulle sin descansar… Pero en la noche, Praga esconde secretos que el día quiere borrar…Y confunde a la historia seduciéndola con la leyenda que le obliga a escuchar.  Las entrelaza para que no sepan donde están y se dejen llevar…, pues el tiempo jamás parará… El reloj, aun sin apóstoles, sin tan siquiera la muerte sonar, sigue marcando las horas sin querer detenerse más…

Es la angustia que transmite Hanus en las campanadas..

La noche cerrada en Praga cae tan temprana que la oscuridad parece sacada de una de las obras lúgubres de Franz Kafka…, el escritor que recorrió calles y plaza en noches solitarias. Una leyenda habla de sus obras literarias, relatando que la tenebrosidad de sus palabras nació de conversaciones en la madrugada cargadas de simbolismo por aquel con quién habla …, que la opresiva y asfixiante pesadilla en la que sumerge al lector es la angustia que Hanus le transmite con cada campanada.

Frente a frente con el reloj, a punto de romper el alba, no es necesario oír un tic-tac para saber que el tiempo pasa… La imagen gótica sin palabras habla, o quizás sea Hanus que, en su ceguera y rabia, jamás pudo abandonar Praga y advierte «No se puede detener al segundo que todo cambia…».

Un abrazo.

Maica Rivera