Descripción de asexualidad: No manifiesta interés sexual hacia ningún individuo. ¿Realmente creéis que es una nueva tendencia o por el contrario es un consecuencia de la soledad?

Con motivo del día de San Valentín, las redes sociales están que arden. Homosexuales, bisexuales… y casi 50 modalidades más: pansexualidad, demisexualidad, antrosexualidad… son nombres para poder elegir cómo presentarse a los demás, nombres que expresan cómo queremos ser tratados.

Busco información y empiezo a ver un perfil: hombres y mujeres que no sienten atracción sexual, que piensan que la pareja está sobrevalorada. Una nueva palabra va apareciendo: asexualidad. No confundamos celibato con esta orientación. Si San Valentín levantara la cabeza, cuestionaría la relación entre amor y atracción sexual…

Sigo investigando, encontrando referencias en la mitología —Atenea se caracterizaba por su falta de atracción sexual—, en la literatura —Isabel Allende, La Casa de los Espíritus: Clara, personaje principal y madre de 3 hijos cuya descripción esquiva y misteriosa deja ver que no siente inclinación sexual— y en Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez: Remedios, el personaje, es descrita como bellísima y extraña, y ajena a la vida ordinaria.

Existen multitud de historias en nuestra cultura que reflejan comportamientos humanos a los que vamos poniendo nombre. Insistimos en catalogarnos, pero el ser humano no está programado. Ni mejores ni peores que nuestros semejantes, pero sí únicos.

Por lo tanto, no nos asustemos si nuestra filosofía de vida no es la general. Hay tantos style&life como habitantes en el planeta.

Un abrazo,

Maica Rivera

Artículo publicado en Revista LOVE