Storytelling; Escritura, tú y yo al viajar…dejamos de llorar. Al navegar por el Nilo te has sentido diosa inmortal pues has recordado que existías hace milenios ha… Nunca desaparecerás, te adaptarás e incluso aprenderás a ser comercial. De todo, querida Escritura, eres capaz.

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Storytelling; Escritura, tú y yo al viajar…

Al navegar por el Nilo ella se ha sentido inmortal. Los jeroglíficos de los templos le hicieron recordar que sobrevivió cuando ni los dioses consiguieron dominar la sinrazón de la humanidad; y ahora, segura de sí misma, cree que siempre vivirá.

Pero yo, Escritura, en este momento, en este regreso… no consigo dejar de llorar. Presiento que lo «nuestro» puede acabar.

Estos ocho días en Egipto, ella se ha creído diosa que jamás desaparecerá; le he recordado que la vida es tan efímera que se ríe de la eternidad.

…Decidí viajar al intuir que una vida no sería suficiente para «leer» al mundo, pues en cada lugar siento un deseo irrefrenable de descifrar cada palabra que escribió la humanidad. Necesidad de comprender qué somos en realidad.

En el camino, Escritura y yo, temerosas de que el planeta cansado y herido no quiera amanecer más, «compartimos». Enamoradas del orbe nos urge dejar testimonio de la belleza de errar. A ritmo apasionado que no quiero controlar comienzo a publicar. Twitter, Facebook, Instagram… Y al término de cada día una Reflexión  que nace de cuestionar. Introspecciones que equilibran las emociones sin juzgar…

Ella, se ha sentido inmortal…

…Las palabras, salvajes, no aceptan normas. Emocionadas han perdido la vergüenza de no agradar. Me dejo llevar. Ella me utiliza, pero es maravilloso sentirla en libertad. Mientras dicta, siento vértigo… Creo que podría actuar de manera irracional.

Durante el viaje, cautivada por lo que contempla, suele olvidar la realidad, y déspota, me obliga a escribir sin parar; Escritura ¿tú crees que nos leerán?, ¿serás capaz de sobrevivir si de un texto, solo se ojea el titular? ¿Podrás respirar entre letras y frases que tan solo aspiran a «gustar» sin intentar enamorar?.

Escritura, ¿crees que serás capaz?

Suena a locura, pero es verdad… Por eso, ella lloraba la noche antes de marchar: no sabe, ni quiere, ser «comercial». La Escritura se hizo freelance desconociendo –o ignorando– la importancia de comercializar.

En mi franqueza no pretendo despreciar ninguna profesión, tan solo reflexionar sobre el motivo por el cual, entre el éxito y el fracaso, no es factor decisivo la calidad. 

Si algo singulariza a un freelance es que ni uno solo de sus días es igual. Y la soledad. No es física, sino mental. A veces, se torna casi insoportable; no sé si la Escritura la soportará. De manera ilógica –aunque no exenta de racionalidad– muchos hemos escogido esta forma de trabajar, y algunos, lo han hecho por necesidad.

Sea cual sea el motivo, una vez entras en este mundo olvídate de pensar que tú, eres escritor, fotógrafo, programador, social media… Seguramente lo seas, pero te advierto que primeramente serás comercial y solo si consigues destacar quizás consigas ejercer de lo demás.

Esta es la realidad de todos aquellos profesionales que «facturan» según la habilidad para vender el servicio que pretenden prestar. Médicos, fontaneros, abogados, albañiles… ninguno está exento de negociar. El low cost impera «obligando» a justificar porqué cobramos al trabajar.

Que nadie olvide su función principal. La mía no es periodista, ni viajera, ni mucho menos influencer… sino agente comercial.

Y por favor, que se exija a las universidades que incluyan como asignatura esencial «vender»; así, tal cuál. Sería lo mejor que hoy podrían enseñar.

Escritura, a veces pienso en abandonar

Vestirse de letras al despertar…

Renuncié a todo por ti, y como yo, otros hicieron igual. Tienes el poder de hechizar y posees el secreto que doblega la voluntad…Pero tienes que reaccionar. Lamento decirte que eres mortal, que estás herida de gravedad; no te puedo ayudar.

…Hay momentos en los que pienso que nos tendremos que separar. No te quiero dañar. En mis textos, agotada después de largas jornadas de comercial, no consigo escribir de verdad…Escritura, a veces pienso en abandonar.

Cuando estoy a punto de hacerlo llega un comentario de alguien que nos lee de verdad; o surge un viaje en el que tú y yo, fascinadas por el mundo dotamos a cada letra de eternidad. Por esos instantes, por estos segundos… no creo que nunca me pueda de ti alejar.

Tú y yo al viajar…

…Dejamos de llorar. Tú sueles hacerlo antes de marchar, y yo al regresar. Durante el trayecto, conscientes del privilegio que la vida nos concede asumimos la responsabilidad de mostrar…aunque sería más correcto decir que sentimos necesidad de comunicar.

En tu compañía Escritura, puedo afirmar que ni en la habitación de hotel más recóndita he sentido soledad; viajar contigo es vestirse de letras al despertar para al llegar la noche, formar palabras que desnuden el alma sin piedad.

Intentaré plasmar en este resumen la fuerza que una simples frases suyas pueden desatar…

Primer día: Twitter: Recordando mi anterior viaje. Twitter: En aeropuerto.

Aeropuertos, traslados y llegada al Nilo; según la analítica de Twitter, más de cuarenta mil personas vieron los tuits y de ellas, cerca de diez mil interactuaron con su contenido.

Segundo día: Twitter :  En los Colosos de Memnon.  Facebook,  Instagram,  Reflexión.

Entre las tres redes sociales y las visitas al blog para leer Reflexiones...ciento veinte mil personas –no es ningún desvarío, el planeta sobrepasa los siete mil quinientos millones de habitantes– recorrían Egipto conmigo.

Tercer día: Twitter: Amaneciendo. Twitter: Templo De Horus. Facebook ,  Instagram, Reflexión. 

Disponer de Internet en los milenarios templos de Egipto –inserté tarjeta al teléfono con operador egipcio– posibilita crear un porcentaje de interacción que va creciendo a cada minuto.

Cuarto día: Twitter: Templo Kom Ombo.  Twitter:  Paseo en calesa. Facebook,  Instagram, Reflexión. 

Las palabras desafían al silencio…

Diferentes redes sociales que tienen como interés común mostrar Egipto, comienzan a difundir a diario nuestro recorrido… Digo «nuestro» ya que tú estabas allí; igual que ahora estás aquí mientras escribo.

Quinto día:  Twitter: Templo Philae.  Facebook,  Instagram,  Reflexión. 

De alguna manera, cada viaje es distinto. Pero sea cual sea el destino, siempre encuentro algo que me recuerda que las letras son llave que libera lo escondido. Al interaccionar quebramos fronteras y desafiamos al silencio cuando pretende ocultar lo que debe ser conocido.

Sexto día: Twitter:  Poblado nubio.  Instagram,  Instagram,  Reflexión.

A veces, sucede que el impacto mediático despierta conciencias… y entre todos, mucho conseguimos.

Séptimo día: Twitter: Pirámides de Guiza.  Instagram,   Reflexión. 

En este viaje el objetivo era demostrar que el país es seguro… La red hizo algo más: difundió que la violencia no logrará destruir la grandeza de Egipto.

Octavo día: Twitter: Bazar Jan el-Jalili, El Cairo. Twitter: Comparando los dos viajes. Twitter: La Gran Esfinge. Twitter:  Regreso a Madrid.  Facebook…

Imposible reunir todo el contenido que se genera si por ella te dejas arrastrar; la Escritura no tiene límites… Ha recordado que es inmortal y ni a ti, ni a mí, nos permitirá abandonarla jamás.

Continuará…

Un abrazo.

Maica Rivera