Conocer el antiguo Egipto puede ser un sueño para muchos, un cúmulo de experiencias vitales que pueden marcar un punto de inflexión en el viajero. Ese ha sido el caso de la cordobesa Maica Rivera, quien ha tenido la oportunidad de vivir en primera persona la situación por la que atraviesa el país egipcio. La […]
Conocer el antiguo Egipto puede ser un sueño para muchos, un cúmulo de experiencias vitales que pueden marcar un punto de inflexión en el viajero.
Ese ha sido el caso de la cordobesa Maica Rivera, quien ha tenido la oportunidad de vivir en primera persona la situación por la que atraviesa el país egipcio. La empresaria ha recorrido de Norte a Sur la tierra de los faraones, comenzando por El Cairo y llegando hasta Asuán. La diferencia cultural existente ha sido la protagonista del viaje. «Donde hay cultura hay cambio», señala Maica en referencia a su escala en Alejandría. Con los rezos como música de fondo en sus trayectos, esta cordobesa se ha adentrado en la rutina diaria de los egipcios, a los que describe como «hospitalarios y respetuosos».
Los amaneceres a las cuatro de la mañana han marcado la aventura de Maica, quien ha convivido con los ciudadanos egipcios durante la época del ramadán, un periodo donde «todo cambia». A partir de las siete de la tarde «la buena gastronomía» de Egipto cobraba importancia. «Me quedo con su pan y una crema de queso que me hizo una señora de 80 años», explica la cordobesa. «En la mesa nada es de nadie, todo se comparte», subraya.
Maica no entiende la alarma social que se ha creado en torno al país. «Egipto tiene una seguridad muy coherente», afirma la empresaria. Y añade que es una zona que vive del turismo, y «si no hay turismo no tienen trabajo». Maica ha tenido la oportunidad de entrevistar al segundo Ministro de Turismo y presidente de la Autoridad Egipcia de Turismo, Samy Mahmoud, quien le informó acerca de un plan de turismo que Egipto llevará a cabo durante cuatro 
años para cambiar la imagen de seguridad del país.
La empresaria explica que si tuviera la oportunidad de llevar algo de la gente de Córdoba a los egipcios sería apoyo moral a una ciudad que lo está pasando mal:
«Es un país falto de apoyo, y Córdoba, que también vive en gran parte del turismo, puede entender su situación. Los egipcios creen de corazón que su situación cambiará. Si tuviera que traer a nuestra ciudad algo de aquellas calles sería la esperanza que tienen en el futuro, no están desesperados, aunque lo están pasando realmente mal. Debemos intentar difundir su mensaje, doy fe de que es un país fascinante. Da miedo que un país con esos recursos se pueda ver inmerso en una situación como ésa».
Esta crisis turística despierta el interés de los egipcios, quienes «están deseando cualquier tipo de colaboración que los abra al mundo, están abiertos a todo», señala Maica. «Ellos tienen a Córdoba ubicada en el mapa y para muchos de sus habitantes sería un sueño visitar nuestra Mezquita», asegura la empresaria.
Para la cordobesa, el viaje ha sido una experiencia inolvidable: Hemos dejado un pedacito de Córdoba a muchos de ellos y ya tenemos abierta una vía de comunicación para el futuro», concluye Maica.
Artículo publicado en El día de Córdoba
