Valparaíso: sus cerros y La Sebastiana

Valparaíso: sus cerros y La Sebastiana

29 de mayo del 2018

Valparaíso: sus cerros y La Sebastiana

“… Para vivir y escribir tranquilo tiene que poseer algunas condiciones”. Pablo Neruda hacía así la petición de encontrar un lugar propio y singular, una casa.

“No puede estar ni muy arriba ni muy abajo. Debe de ser solitaria, pero no en exceso. Vecinos ojalá invisibles. No deben verse ni escucharse. Original, pero no incómoda. Muy alada, pero firme. Ni muy grande ni muy chica, lejos de todo. Pero con comercio cerca”.

Si leemos estas líneas de su carta, bien podría ser la descripción de Valparaíso, ciudad donde halló esa casa: La Sebastiana. 

La Joya del Pacífico

Valparaíso asemeja a un auditórium semicircular en el que las viviendas son butacas que se van elevando en la distancia. Según el nivel del mar, no se halla «ni muy arriba ni muy abajo». No está muy poblada, pero tampoco solitaria, pues sus trescientos mil ciudadanos no permiten que impere la soledad.

Vecinos casi invisibles, repartidos en cuarenta y tres cerros cuya independencia les hace desarrollar una fuerte identidad que apenas ve ni escucha a las demás. Original y alada por su ocupación vertical, «pero no incómoda» gracias a sus funiculares. «Ni muy grande ni muy chica, lejos de todo», aunque nexo de comercio marítimo.

En sus orígenes, antes de la llegada de los conquistadores españoles, Valparaíso fue un asentamiento de pueblos de pescadores nómadas. Quizá por ello posee un cierto aire libertario.

Conocida por La Joya del Pacífico, los españoles la designaron puerto natural de Santiago en el año 1544. Su territorio durante siglos estuvo habitado de forma esporádica, debido tanto a los desastres naturales como a los asaltos de piratas.

Fue en la independencia de Chile, en 1818, cuando su puerto se convirtió en punto de vital importancia para la economía del país, provocando la llegada a la ciudad de inmigrantes y, con ello, la necesidad de alojarlos. Ese es el motivo de que Valparaíso recuerde a un auditórium: la bahía y la actividad portuaria fueron metáfora de un espectáculo y los empinados cerros se utilizaron para construir viviendas desde donde poder desarrollarlo.

Las casas multicolores «cuelgan» de los cerros en una imagen conectada con el pasado y ni siquiera los extravagantes murales pintados por toda la ciudad consiguen ocultar su singular apariencia de otra época.

Los cerros de Valparaíso

Valparaíso esta dividida esencialmente en dos sectores: el plan y los cerros. El plan es la zona plana de la ciudad donde se encuentran los edificios públicos y el comercio. Los cerros son donde mayoritariamente vive la población.

Todo se encuentra y todo se mezcla en los cerros. En ellos se construyeron desde chozas precarias hasta palacetes de diferentes estilos y tamaños. Incluso cementerios. La población conquistó cada centímetro de loma que pudo ser edificada. La comuna creció a pesar de que no existía espacio.

Entre 1883 y 1931 aparecieron en el paisaje urbano los funiculares, ayudando e impulsando el desarrollo de una ciudad que empezaba a ser habitada. Los llamaron “ascensores” y en el pasado siglo se llegaron a poner en funcionamiento más de treinta. «Cajones» de peculiar encanto de los que hoy solo cinco están funcionando.

Cada uno de los cuarenta y tres cerros que existen poseen características urbanas y sociales muy diferentes, pero todos tienen en común pequeñas plazoletas y miradores escondidos entre casas y balcones. Todos sorprenden con escaleras y cuestas infinitas que finalizan en el océano.

En sus empinada calles

El principal atractivo de Valparaíso es la visión desde los cerros hacia el océano. Recorrer los más antiguos posibilita descubrir la arquitectura inglesa colonial de sus casas y sus paseos-miradores. La panorámica es espectacular: la bahía, los buques y la red urbana que plagada de edificios y autos desafía a la tranquilidad.

… Al recorrer sus callejuelas adoquinadas, cada fachada, cada mural, cada balcón hablan de una Chile que tras la independencia comenzó a crecer imparable.

En sus empinadas calles se mezclan sonidos de música de tradicionales organillos, de autos, ruidos del funicular… Incluso campanadas que recuerdan que una iglesia, la de San Francisco, era el primer punto reconocible que se avistaba desde los barcos, sirviendo como faro a los marineros hasta el siglo XX.

Dejándose envolver en la esencia de Valparaíso es cuando se percibe que atrajo a Pablo Neruda a esta ciudad.

La Sebastiana

En el cerro Florida, en 1959 Pablo Neruda adquirió una casa en obra gruesa. Sería su tercera vivienda en Chile. La bautizó como La Sebastiana. En tres años terminó de construirla.

Quizás sea porque las aguas del Pacífico parecen inundar la casa o, tal vez, porque está impregnada de la última etapa de su vida, que esta posee algo especial. 

«Yo construí la casa.

La hice primero de aire.

Luego subí en el aire la bandera

y la dejé colgada

del firmamento, de la estrella, de

la claridad y de la oscuridad».

Tres casas, tres mujeres. Más de tres décadas soñando con visitar este lugar. Aquí, Neruda escribió versos que han sido bandera y poemas que han sido firmamento y estrellas. 

Frente a la entrada de la Casa-Museo La Sebastiana, se encuentran más de una decena de tiendas, cientos de artículos con su rostro, con sus frases…, con su verdad.

En el interior del recinto, un conjunto de terrazas cerradas conforma la vivienda. Cuatro pisos coronados por una torre que, como si se trataran de líneas de prosa poética, no sigue normas arquitectónicas. Aunque al igual que un texto expresan con tal intensidad que todo lo quiebran.

Los renglones de esa prosa desnudan al literato. Pablo vivía enamorado del mar, del aire, de la tierra. En cada detalle su alma asoma sin coraza que la oculte o la proteja. Un reflejo devuelve mi mirada preguntándome si seré capaz de escribir sobre un poeta que con su escritura dominó mis sueños, dirigió mi vida, y aún hoy es dueño de mi cordura.

Comienzo a subir. Cada escalón es un inmenso esfuerzo. Una opresión en el corazón no me deja respirar. En cada planta tengo que acercarme a los ventanales temiendo perder el conocimiento. La visión del océano me recuerda que crucé sus aguas para desde aquí poder comprender lo que siento. Pero sigo sin entenderlo.

Aprisiono en mi recuerdo: su sofá, su dormitorio… Llego a la torre donde se sentaba en su escritorio. Allí me rompo. Me pregunto si él a mí me escribiría versos. Me cuestiono si seguir escribiendo. Dudo de lo que con mi vida estoy haciendo… Aunque tan solo siento esa indecisión por un momento.

Me sitúo en la ventana. Tras de mí, sus libros y sus objetos. Mis ojos se convierten en lagunas con más corrientes que el mismo océano. Son lágrimas por haber cumplido un sueño. Gotas del rocío de mis pensamientos:

…Me pierdo, y al perderme, a ti te encuentro. No dudes ni por un momento que cuando me halle podré escribir con claridad mis sentimientos. Pero mientras tanto tú debes de conocerlos… Quisiera que me dijeras cómo hacerlo.

Un abrazo.

Maica Rivera

Reportaje emitido el 6 de junio 2018 en LA RAZÓN TV

Artículo publicado el 8 de julio 2018 en LA RAZÓN 

Con la colaboración de SERNATUR (Servicio Nacional de Turismo Chile) 

20 thoughts on “Valparaíso: sus cerros y La Sebastiana

  • 29 mayo, 2018 at 06:23
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    Seguro que Pablo Neruda te hubiera escrito versos…
    A lo mejor te hubiera escrito una cosa parecida a esto :
    “De nadie seré, solo de ti. Hasta que mis huesos se vuelvan cenizas y mi corazón deje de latir”
    Me alegro por ti, me alegro de que estés cumpliendo uno de tus sueños.
    Es todo un orgullo para mi, poder disfrutar de tu amistad.
    Gracias por tu artículo, gracias por compartir con nosotros.

    Reply
    • Maica Rivera
      29 mayo, 2018 at 08:55
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      Berenice:
      Sí, mi querida amiga, estoy cumpliendo uno de mis sueños. Conocer el entorno donde Pablo Neruda escribía era algo pendiente desde que era muy pequeñita.
      Crecí con la poesía de Pablo, amé, –y amo– al igual que él todo: tierra, aire y océano… Pero no sé cómo expresarlo. Aún tengo mucho que aprender…, aún tengo que continuar viajando. Un gran abrazo desde Chile.
      Maica Rivera

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  • 29 mayo, 2018 at 07:54
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    Paraiso de múltiples colores

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    • Maica Rivera
      29 mayo, 2018 at 08:58
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      Raquel:
      Cierto, es un paraíso de colores que sorprende por su ubicación en los cerros… porque Valparaíso en los cerros está «incrustado». Un gran abrazo desde Chile!
      Maica Rivera

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  • 29 mayo, 2018 at 08:15
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    Valparaíso es una ciudad muy pintoresca.
    Muy interesante tu articulo

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    • Maica Rivera
      29 mayo, 2018 at 09:00
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      Anna:
      Gracias! Valparaíso es un lugar inolvidable y singular… si alguna vez lo visitas te recomiendo pruebes alguno de los funiculares que aún siguen en funcionamiento. Un gran abrazo.
      Maica Rivera

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  • 29 mayo, 2018 at 08:33
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    Valparaíso posee una gran riqueza cultural

    Reply
    • Maica Rivera
      29 mayo, 2018 at 09:03
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      Salomée:
      Valparaíso y la cultura tienen una relación muy especial… incluso una antigua cárcel es hoy un centro cultural! Un gran abrazo desde Chile.
      Maica Rivera

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  • 29 mayo, 2018 at 08:41
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    Casa llena de historia y detalles sobre el poeta Pablo Neruda, con vistas espectaculares.
    Muy bonito

    Reply
    • Maica Rivera
      29 mayo, 2018 at 09:30
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      Rubén:
      Cierto, las vistas al océano son maravillosas Rubén, dotan a la casa del privilegio de parecer que se está navegando… Un gran abrazo y gracias por compartir tu tiempo, nos conoceremos en Francia!
      Maica Rivera

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  • 29 mayo, 2018 at 09:02
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    Preciosa manera de describir la ciudad de Valparaiso. Allá todo es pura poesía, no me extraña que te enamorara. Muy buen artículo😘

    Reply
    • Maica Rivera
      29 mayo, 2018 at 09:07
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      Carmen:
      …hay lugares que «quedan» en uno… ya lo sabes por tus continuos viajes. Valparaíso es uno de ellos. Un gran abrazo y gracias por tus palabras.
      Maica Rivera

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  • 29 mayo, 2018 at 09:24
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    Good morning Maica,
    if life allows it … that you can do a deep breathes … while you enjoy the wonderful view … and despite the loneliness you are looking for, it is possible to get the energy of smiling people … this is where creativity flourishes … and here can unfolding the colors of liveliness … I am lucky to hear about your beautiful experience.
    A big hug
    Vera

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    • Maica Rivera
      29 mayo, 2018 at 09:34
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      Dear Vera:
      I’m the lucky one, you give me your time. Thank you. Loneliness is creative. I’m not afraid of loneliness. She is my friend. I wish you a wonderful day. I send you a big hug of sincere affection.
      Maica Rivera

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  • 29 mayo, 2018 at 10:58
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    Valparaiso bien de tiempo que esperaba de tu visita para que con esa, tu poesía, al mundo la retrataras.

    Maica, sublime !!

    Reply
    • Maica Rivera
      29 mayo, 2018 at 14:25
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      Ángel:
      Sublime es lo que escribió Pablo Neruda. Confieso que cuando lo leo, me pregunto a mí misma cómo me atrevo a intentar «escribir»… pero por otro lado no puedo dejar de hacerlo Ángel… Es un condena que me lleva a veces a hacer locuras: no dormir, no comer…no perder un solo segundo que no esté dedicado al mundo de la escritura; tan solo viajar me salva de la locura. Si no fuera por los viajes no conservaría la cordura… es decir, no me levantaría de la silla. Un gran abrazo desde Chile.
      Maica Rivera

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  • 29 mayo, 2018 at 11:57
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    «… Quisiera ser la brisa…
    que arranque en tí sonrisas
    al abrazar esa silueta
    de falda y cabellos al viento…
    para poder dibujar con poesía
    en el lienzo de TU corazón bohemio…
    que se encharca de soledad y silencio
    hasta que por fin TE encuentres
    en el … TIEMPO…»

    Mi querida amiga MAICA… NO pidas un poeta… porque TU ya eres … POESÍA…
    Los sentimientos que te produce VALPARAÍSO me recuerdan las emociones sentidas en mi primera visita al Museo del Prado… «gotas del rocío de mis pensamientos… me pierdo en un olvido lleno de memoria… y en él te encuentro….»

    La tormenta perfecta se produce cuando los sueños se convierten en… REALIDAD…

    El ejercicio del Arte necesita silencio … soledad… también… BOHEMIA y TIEMPO… has descrito a la perfección lo que Neruda buscó en esa ciudad anfiteatro donde el escenario es la inmensidad del… OCÉANO…

    Ahora te toca arrancar la ardiente lava que LATE en TÍ… para llenar tus moleskines de emociones y de sentimientos YA convertidos en sentidos VERSOS … de esa manera nos sentiremos abrazados por TÍ como tú has sentido los abrazos de Pablo imaginando sus letras en lo más íntimo de tu… SER…

    Enhorabuena por este magnífico artículo…. Muchos besos y abrazos… 💋💋💋

    Reply
    • Maica Rivera
      29 mayo, 2018 at 16:56
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      Mi querido artista, no soy poesía, pues ni siquiera los versos me «encadenan»… Más bien debo de ser prosa poética, que libre y bohemia es tormenta a la vez que perfecta indomable por naturaleza. Por eso necesito un poeta.
      Agustín, imagino tus emociones en el Museo del Prado… perdiéndote en un olvido lleno de memoria para volver a encontrarte en cada obra.
      El Arte necesita silencio, soledad, bohemia y tiempo…: el Arte necesita tantas cosas… que debe de haber una razón divina para la necesidad de crear.
      Arrancaré mi ardiente LAVA si con eso logro «abrazar» con la misma intensidad que Pablo… Estoy intentándolo. Pero la LAVA me quema… Un gran abrazo querido gallego.
      Maica Rivera

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  • 29 mayo, 2018 at 18:07
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    » Hermosa chica del alma viajera, que su hermoso sueño ha cumplido y su corazón muy emotivo… su alma quedó aprisionada al recorrer cada rincón de la Sebastiana…sus emociones y lágrimas emergen con cada pisada… Son hermosos sentimientos que la transporta en el tiempo y la hace vivir tan lindo momento. Recuerdos que guardará en su corazón hasta el fin de los tiempos…»

    Es mi chica del alma viajera…Maica Rivera»

    Buenas noches mi querida y hermosa española….estoy «en casa» Me ha encantado muchísimo tu artículo Maica.
    «La Sebastiana sin duda un lugar muy singular que inspira el alma de cualquier escritor.»
    Gracias por compartir 📝🌹
    Un gran Abrazo y Bss.!

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    • Maica Rivera
      29 mayo, 2018 at 18:40
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      René:
      Gracias. Por tus hermosas palabras llenas de cariño, gracias.
      He cumplido un sueño,es cierto, en él he llorado, no lo niego, pero necesitaba hacerlo. René, he soñado tantas veces visitar los lugares donde escribió Neruda… ahora es una realidad convertida en un recuerdo, hasta el fin de los tiempos, pues por eso escribo, para evitar el olvido…
      Un gran abrazo desde Chile y gracias por visitarme en «casa».
      Maica Rivera

      Reply

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