Hoy, 7:00 de la mañana, vengo caminando hacia mi local y observo barrenderos, taxis, conductores de autobús, ambulancias, médicos, policía… Mientras camino, voy pasando personas vomitando, orinando en portales, durmiendo «la mona» en bancos.
Son estos últimos los que anoche nos pedían copas sin fin sin importarles nuestra familia ni nuestro cansancio, los que hoy se atreven a acusarnos de no respetar la Navidad.
Me niego a justificar mi sentido de la responsabilidad, me niego a escuchar estupideces, me niego a tener «miedo» de críticas de nada ni de nadie. No voy a explicar la angustia de las PYMES por cuadrar números a final de año, la de noches sin dormir. No os podéis imaginar el precio tan alto que he pagado por estar hoy aquí… No es momento de contarlo.
Seguiré siendo una chica poco convencional, aunque eso también moleste; seguiré trabajando, estudiando, cuestionando, viajando, practicando deportes de riesgo… Ejerciendo mi libertad, que es en la que entra la elección de cómo gestionar mi tiempo, mi negocio y, en definitiva, mi vida. Aquí estoy, no me pienso mover… de momento.
Feliz Navidad. Un gran abrazo a todos los que trabajamos hoy y a los que no. Un abrazo a los que me entienden y a los que no.
La esencia de este día: Paz y Amor para todos.
Un abrazo,
Maica Rivera