La Grand Place -Bruselas-, simbología esculpida en arquitectura       

                                              “Letras escritas en piedra… simbología esculpida en arquitectura” 

                                                                                                           Grand Place -Bruselas-

Refugio de intelectuales en las sucesivas guerras europeas, Bruselas es protagonista de leyendas y crónicas históricas que describen su magnificencia.   Víctor Hugo durante su exilio en la ciudad belga-1852- se alojó junto con su amante la actriz Juliette Drouet, en la Grand Place, la cuál describió como una de las más bellas del mundo, impresionado por la riqueza ornamental de una plaza varias veces reconstruida.

Grand Place, Bruselas.

Considerado uno de los escritores románticos más importantes de la literatura, mantuvo una estrecha relación con la arquitectura gótica, su novela inspirada en Notre Dame “Nuestra señora de París” define su espíritu romántico.  Víctor quedó hechizado por la Grand Place y 9 años después de su marcha regresa a Bruselas para terminar y publicar su novela “Los Miserables” en 1862. 

En su faceta poética describe la arquitectura de la plaza, donde según él, vivió una de las pasiones más intensas de su vida.  El amor por Juliette le llevó a consagrar su vida escribiéndole poemas inolvidables, tal era la locura de amor sentida, que ella transportaba en su maleta el manuscrito de “Los Miserables” el bien más preciado en esa época para Víctor…quizás bajo la influencia de ese sentir «morir» él describió la Grand Place como sublime expresión artística.

Gótico procede de la palabra griega “Goeteia” que significa magia.  Magia que te envuelve nada más entrar en la plaza, cada rincón, cada detalle de arquitectura despierta la imaginación, pues las imágenes como dice Víctor Hugo, son letras esculpidas.

La Grand Place, escenario de acontecimientos trágicos -ejecuciones en hogueras por la Inquisición eran habituales- es ser vivo.  A lo largo de la historia artistas llevados por su sensibilidad, han  descrito estos muros y piedras como poseedores de misterios ocultos, los cuales otorgan sentimiento y poder a cada edificio. Quizás por ello esta plaza resurgió de las cenizas en apenas 4 años, después de que el 14 de agosto de 1695 cayeran más de 3000 bombas sobre la ciudad.  El espacio que comenzó en el S. XII como mercado matinal -hasta 1959 “Grote Markt”- se ha convertido en referente arquitectónico, rodeado de leyendas y magia donde «Alquimia se une a Arquitectura como una pareja de enamorados».

Casas Gremiales.

La exquisitez artística de la plaza se refleja en cada una de las casas gremiales que la rodean, destacando la Maison Du Roi -hoy día museo-, las fachadas hablan en un idioma por todos conocido; el de la belleza. 

«… el ayuntamiento captura la mirada y el sentimiento, embrujando en su asimetría, por unos considerado error arquitectónico y por otros lenguaje cargado de simbolismo alquimista, se erige misterioso, altivo y sereno, con su alta torre que desafía las leyes escritas por el hombre de lo posible e imposible. Frente a su imponente fachada no percibes imperfección, sino fuerza sombría que se alza indiferente a lo que opinen de ella, sabiendo que aquél que la contemple, no podrá resistirse a la seducción que emana de cada detalle, de cada arco, de cada ventana, de cada cornisa impregnada de esa magia por todos sabida y por nadie contada.

La compleja técnica constructiva del arte gótico y el secreto que entorno a ella mantenían los constructores hizo que se extendiera la idea de que en los proyectos góticos intervenían espíritus y poderes sobrenaturales.  La corriente alquimista, presente en medicina, filosofía, química y en todas las ciencias de la época conocidas, cargada de símbolos y significados, ha sido hallada en la fachada del fascinante edificio. De esta manera diferentes interpretaciones explicarían la desigualdad del ala derecha -12 arcos- y del ala izquierda -7 arcos- el número 7 tiene un especial significado en la ciencia de la alquimia. 

El ayuntamiento -1402-1455-, único testigo de arquitectura medieval de la plaza, se cree fue obra del arquitecto borgoñon Jean Borney. Construido bajo la dirección de Jacob Van Thienen –1402 a 1420- se encargó la ampliación del ala izquierda en 1452 al arquitecto de la ciudad Guillaume de Voghel.  Existe poca información fiable acerca de la época con respecto a la plaza,  una leyenda recoge el día de la inauguración del nuevo ala del edificio como un día negro y gris, en el que la asimetría de la construcción despertó tan numerosas críticas que el arquitecto avergonzado, subió a lo más alto de la torre y sin esclarecer si era error o el omnipresente simbolismo alquimista de la época, se arrojó al vacío.   Con su muerte acalló palabras como desequilibrio, disimetría…

Alquimia eterna búsqueda…

Lo cierto es que esta Grand Place ha sido descrita en mil textos, por escritores, poetas, matemáticos, químicos, plasmada su imagen en pintura y  fotografía , capturada su esencia por filósofos, músicos…protagonista en todas las facetas de arte del ser humano. Algo misterioso encierra, dicen que la simbología de alquimistas es en sí misma un idioma, sin base científica pero practicada a lo largo de la historia por científicos –Isaac Newton-, religiosos-Santo Tomás de Aquino-, filósofos-Roger Bacon-…

Sentir bajo los pies el gélido contacto de adoquines húmedos que durante siglos han sido pisados en esta Grand Place, mientras el cielo gris característico de Bélgica envuelve…rodeado de imágenes esculpidas que sin saber cómo, penetran con su mirada en sentimientos olvidados, consiguiendo estremecer y confundir con frío emociones congeladas en el tiempo.  No, no es frío y lo sabes, cierto que agitan la paz ansiada haciendo tiritar el alma, despertándote de la calma maldita…inyectando vida y sabiduría.  El principio de la piedra filosofal, los elementos constitutivos del universo… el elixir de la vida. 

El frío de los adoquines…

Paul de Saint Hilaire -1926-, escritor belga que trató el tema del esoterismo, estableció la relación de la belleza desigual con la simbología alquimista.

París es considerada por muchos como capital de la alquimia. Existe un círculo que atrapa; París-Bélgica.  Los círculos en la alquimia tienen interpretación y fuerza sólo conocida por unos pocos, Víctor Hugo percibía esa fuerza, cada madrugada a las 3:00 en verano y a las 5:00 en invierno, con disciplina férrea comenzaba a escribir la primeras palabras del día, autodidacta, romántico eterno…sensibilidad que atraviesa límites de tiempo y distancia. Ahora está aquí mientras escribo, como compañera compartimos a Musa y como amor, París, protagonista de sus versos y de mis sueños.

Un abrazo

Maica Rivera