La Cordillera de los Andes: leyenda de los volcanes «dormidos»

La Cordillera de los Andes: leyenda de los volcanes «dormidos»

25 de mayo del 2018

La Cordillera de los Andes: leyenda de los volcanes «dormidos»

Chile es un país de océanos, islas, desierto, montañas y valles. La riqueza de su diversidad natural lo convierte en un destino de viaje que sorprende por el contraste de sus paisajes, si bien un elemento común en todos ellos es la silueta de sus volcanes. Más de dos mil existen en su superficie, conformándola como la segunda mayor y activa cadena volcánica del planeta tras Indonesia.

De estas «aperturas» en la tierra, mil quinientas están inactivas, o, como indica una antigua creencia indígena, duermen…

… Sucede que, llegado el momento, los volcanes, dioses masculinos, se enamoran de los montes, féminas inmortales. En ese instante entran en un profundo sueño para que la lava no dañe sus laderas. 

La cordillera de los Andes

No se puede describir Chile sin dibujar con palabras unos trazos de la cordillera andina. Esta cadena de montañas se originó al final de la era de los dinosaurios. Fue la citada actividad volcánica la principal responsable de la configuración del actual relieve.

A su paso por Chile, la cordillera asemeja a una columna vertebral que une cada rincón del país, para, finalmente, acabar muriendo en él. Sus montañas se hunden en el océano Atlántico originando un sinfín de islas e islotes hasta desaparecer.

Aunque es inmensa –forma parte de los territorios de Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela–, la cordillera de los Andes, a pesar de albergar los volcanes más altos de la Tierra, frente a Chile se siente pequeña, pues, según una leyenda indígena, fue la tierra chilena, la que enseñó a los volcanes a dormir y a contener su fuerza.

Sean ciertos o no los viejos relatos, la cordillera andina en Chile ha creado un fenómeno natural cargado de simbolismo, como si se sintiera en deuda… El lugar se conoce con el nombre del Tatio.

El Tatio o «el abuelo que llora»

En la Region de Antofagasta, a unos cuatro mil doscientos metros de altura, se encuentra El Tatio, un campo geotermal de géiseres que expulsan agua caliente y vapor de aire. De él aún no se puede afirmar con certeza la fuente de calor que provoca que las «lágrimas» nazcan de la tierra.

El sitio es conocido por la traducción literal de su nombre: “el abuelo que llora”. La imagen del agua emergiendo sobrecoge, haciendo olvidar que existe una explicación científica y deleitando al que la observa.

… Coronando el paisaje, como siempre, en lo más alto, volcanes dormidos. Dioses adorados por los nativos.

Las montañas tientan…

Carreteras desiertas donde las distancias parecen eternas, pues la ausencia de «todo» convierte el tiempo en kilómetros: cada segundo en un centímetro, cada minuto en un metro…

… Al avanzar, la visión de la paja seca, el cielo azul y el ocre de la tierra indican que Chile no concibe en su territorio fronteras… y que con el ritmo del paso del tiempo está en guerra. Batalla que gana por su belleza. 

Al recorrerla de sur a norte, la cordillera de los Andes me hace la promesa de que si subo a conocerla me mostrará paisajes tan sublimes que me enamoraré de ella… y de sus leyendas.

Las montañas me tientan, pues he oido una historia que podría ser cierta: el volcán Licancabur está enamorado, y, si a él te acercas, el amor verdadero te encontrará incluso en los confines de la Tierra.

El mal agudo de montaña, MAM

…Y asciendo a pesar de que mi ritmo y sueño se alteran. Una sensación de ahogo me despierta cada noche…: es el volcán que indaga en mis recuerdos y con ellos enciende hogueras para que tú la veas.

El mal de altura comienza en torno a los dos mil cuatrocientos metros sobre el nivel del mar, altitud media del pueblo donde me alojo –San Pedro de Atacama– rodeada por el desierto, acariciada por el sol, iluminada por las más nítidas estrellas…, deslumbrada por Licancabur y la imagen de su grandeza.

Al llegar a El Tatio percibo que mi cuerpo no se adapta a la falta de oxígeno. Los cuatro mil doscientos metros de altura me golpean.

Según el médico Edouard Wyss-Dunant, hasta los siete mil quinientos metros no se llega a la zona de la muerte, en la cual el ser humano ya no puede aclimatarse. Así que no desciendo, sino que intento controlar mi pulso y domar el miedo que se mezcla con la fascinación.

Licancabur, el volcán que no quiere dañar a la Tierra

Frente a los géiseres que en la madrugada conforman un paisaje extraordinario, pero no exento de tristeza, el indígena que es mi guía me narra con voz suave y candencia tranquila:

… Cuentan que el fuego de los volcanes, sin quererlo, dañaba a la Tierra y que un dios quiso protegerla. Condenó a los volcanes a amar a los montes. Era castigo severo, pues no podían acercarse a sus laderas.

El primero que apasionadamente amó fue Licancabur. El volcán, por el monte Quimal y su alma de fémina inmortal, obligó a la lava a permanecer dormida y quieta.

Para poder dominar su naturaleza, Licancabur creó los géiseres…, y desde hace millones de años aquí se desahoga con lágrimas que expresan dolor por no poder tocar sin destruir la Tierra. 

Según esta historia, los volcanes fueron enamorándose y aprendiendo de Licancabur a retener la lava que era inherente a su existencia. Es por ello que la Cordillera de los Andes en Chile cautiva al que la contempla, pues desborda en sus valles, lagunas e incluso carreteras, el sentimiento que fue capaz de hacer dormir a los dioses más poderosos de la naturaleza, el amor.

Estimado lector:

Diez millones de años lleva dormido Licancabur, diez millones de años en los que Quimal, fémina inmortal, a pesar del riesgo intenta amarlo… Pero él se niega, y para soportar el sufrimiento de no poder tenerla, ayuda al ser humano a encontrar el amor verdadero en la Tierra.

«…Si a Licancabur te acercas, el amor verdadero te encontrará incluso en los confines de la Tierra.»

Un abrazo.

Maica Rivera

Con la colaboración de SERNATUR (Servicio Nacional de Turismo de Chile)

Reportaje emitido el 30 de mayo 2018 en LA RAZÓN TV

La Cordillera de los Andes cautiva al que la contempla
El Tatio
...el sentimiento que fue capaz de hacer dormir a los dioses más poderosos de la Tierra, el amor

28 thoughts on “La Cordillera de los Andes: leyenda de los volcanes «dormidos»

  • 25 mayo, 2018 at 08:12
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    Querida amiga,
    Como siempre, gracias por compartir con nosotros tus experiencias.
    Es como estuviéramos ahí contigo.
    La Cordillera de los Andes es uno de los paisajes más lindos.
    Que bonito contemplar lo magnífico de la naturaleza.
    Gracias Maica, gracias por ser y estar

    Reply
    • Maica Rivera
      25 mayo, 2018 at 10:45
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      Berenice:
      Soy yo la agradecida por tu amistad, y, en parte viajas conmigo, en mi pensamiento y en el tuyo, estamos conectadas de una manera muy especial amiga mía… Es ley de la naturaleza ofrecer belleza al que dedica tiempo a viajar… Un gran abrazo!
      Maica Rivera

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  • 25 mayo, 2018 at 09:16
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    Una tranquilidad que solo lugares así te puede entregar .
    Muy interesante el artículo

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    • Maica Rivera
      25 mayo, 2018 at 10:48
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      Anna:
      Una tranquilidad indescriptible, así como la belleza de las montañas… gracias por tus palabras y un gran abrazo desde Chile!
      Maica Rivera

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  • 25 mayo, 2018 at 09:53
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    Los paisajes son indescriptibles…
    Su vista desde arriba tiene que ser maravillosa.

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    • Maica Rivera
      25 mayo, 2018 at 10:50
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      Rachel:
      Los paisajes son sublimes, la emoción embarga al contemplarlos… no encuentro palabras para alcanzar a describir la belleza de Chile. Un gran abrazo y gracias por tus palabras.
      Maica Rivera

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  • 25 mayo, 2018 at 10:28
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    «… Sucede que, llegado el momento, los volcanes, dioses masculinos, se enamoran de los montes, féminas inmortales, en ese instante entran en un profundo sueño para que la lava no dañe sus laderas…»

    … Para que sus caricias NO lleguen a sus… CADERAS… qué manera de relatar un paraje con la proesía nacida de una hermosa … MITOLOGÍA…
    EL AMOR no existe… se va haciendo el amor al… VIAJAR… no me extraña que QUIMAL desee arriesgarse a… AMAR… en realidad Licancabur creó los géiseres como una forma de abrazar a su fémina inmortal… de un modo TOTAL… guardando su candente lava para poder abrasar sus CADERAS con toda la PASIÓN de que es … CAPAZ…

    Mi querida amiga MAICA… es sorprendente cuánta SENSUALIDAD arrancada de un paisaje tan insólito como… ESPECTACULAR…

    Y no hay palabras que describan la provocación de tu hermosa SILUETA recortada frente al amante volcán… dormido por mandato divino ante la tentación hecha … MUJER inmortal…

    Enhorabuena por este artículo tan hermoso como SENSUAL… con tantas evocaciones poéticas … imprescindibles cuando quieres transmitir los sentimientos de un… ALMA siempre en estado de… ERUPCIONAR…

    GRACIAS!!! … muchos besos y abrazos por contárnoslo tan … BONITO… 💋💋💋

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    • Maica Rivera
      25 mayo, 2018 at 10:41
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      Mi querido poeta:
      El ser humano siempre está en estado de «erupcionar»; en realidad somos volcanes dormidos buscando un lugar donde despertar.
      Dices que el amor no existe, sino que se va «construyendo»… quiero pensar que no es así y que hay un amor irracional, pasional e incluso brutal.. un amor que nos hará «despertar»…no quiero «cimentar» un amor tranquilo…quiero vivir la pasión de un volcán. Que me arrastre, que me queme…que me haga reír y llorar… no me conformaré con menos, prefiero si no lo encuentro, la soledad. Un gran abrazo desde Chile y gracias por el regalo diario que me haces de tu tiempo…
      Maica Rivera

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  • 25 mayo, 2018 at 10:47
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    Hermoso, pero a mi edad no creo que supere los 2000 mts y el mal de las alturas impedirá que conozca estas extraordinarias alturas, gracias por compartir

    Reply
    • Maica Rivera
      25 mayo, 2018 at 10:56
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      Modesto:
      Ante todo, me alegro de volver a escribirte!
      Sí, es cierto que el mal de las alturas se siente, pero no es motivo para renunciar a conocer esos lugares tan especiales, con precaución todo es posible en esta vida Modesto… y no es cuestión de edad: yo lo he padecido.
      Sea como sea que decidas seguiré compartiendo mis «aventuras» y en cierta manera espero continúes viajando conmigo…
      Un gran abrazo desde Chile y gracias por tu tiempo Modesto, ha sido un placer volver a saludarte.
      Maica Rivera

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  • 25 mayo, 2018 at 11:35
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    Que bonito! Que suerte tienes

    Reply
    • Maica Rivera
      25 mayo, 2018 at 15:22
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      Salomée:
      Cierto, me considero muy afortunada; viajar es lo que soñé siempre… y ahora es una realidad. Cada madrugada, a través de mis textos doy las gracias.
      Maica Rivera

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  • 25 mayo, 2018 at 11:37
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    Me gusta viajar, es muy interesante conocer otros países.
    No puedo quejarme con 16 años, he estado en varios países.
    Acabo de pasar una semana en New-York con el liceo.
    Que sigas bien

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    • Maica Rivera
      25 mayo, 2018 at 15:16
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      Rubén:
      Eres muy afortunado… una semana en New-York! Me encantaría preguntarte muchas cosas acerca de tu viaje pues New-York debe de ser una ciudad fascinante! Cuídate mucho y espero puedas contármelo en alguna ocasión. Un gran abrazo.
      Maica Rivera

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  • 25 mayo, 2018 at 14:44
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    My dear Maica,
    I wish you a wonderful day … while reading I can only think of one thing … intensity … this deep inner connection do‘nt shy the way from continent to continent … you can travel as much you want, you have no way to escape her … So I wish you again and again, the deepest experiences.
    A big hug
    Vera

    Reply
    • Maica Rivera
      25 mayo, 2018 at 15:08
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      My dear Vera:
      I wish you a beautiful day. Thanks for your beautiful words. I can only tell you that I travel in a very intense way because I love life and everything the world offers… sea, mountains, deserts, stars…
      A big hug.
      Maica Rivera

      Reply
  • 25 mayo, 2018 at 15:36
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    Hasta casi el fin o quizás el principio del mundo llegaste Maica, eres muy valiente , Volcanes o Desiertos, nada te detiene, sigue y llévanos contigo……vamos,,,,,toma mi mano..

    Reply
    • Maica Rivera
      25 mayo, 2018 at 16:30
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      Andrés:
      No soy valiente, pero poseo la fuerza del que se siente querido y acompañado… personas como tú, Andrés, que me ofreces tu mano… La tomo y con ella continuo mi camino sin detenerme, pues me siento a salvo. Gracias. Un gran abrazo desde Chile.
      Maica Rivera

      Reply
  • 25 mayo, 2018 at 16:58
    Permalink

    Muy buen blog! Te deseo lo mejor y a continuar con el excelente trabajo!

    Reply
    • Maica Rivera
      25 mayo, 2018 at 17:17
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      Adrián:
      Gracias por tu mensaje; es impulso para continuar y certeza de que se pueden alcanzar los sueños, pues de pequeña soñaba con que algún día, un desconocido me dirigiría esas palabras… y hoy es realidad! Un gran abrazo desde Chile.
      Maica Rivera

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  • 26 mayo, 2018 at 19:36
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    Maica,

    Tu verso envuelve con dulzura esos inóspitos parajes por donde te has atrevido a pisar y ofreces a quien te lee la magia de estar en ellos sin tener un ápice de polvo en los ojos y sentir una melancólica soledad al contemplarlos

    Los áridos terrenos con la superficie casi lunar se transforman con tu amor y poesía al describirlos en auténticos oasis en donde poder hacer un alto a nuestra vida y reflexionar.

    Chile tiene otros maravillosos rincones y siendo yo más de esos en donde la mar se atreve a golpear. He de decirte que tu locura de subirme con tu palabra a aquellas tierras y desafiar con tu mirada a cada volcán, me cautivó y sin así quererlo aceptar cada lugar de aquellos con su encanto tan particular.

    Gracias Maica por todo ello.

    Angel

    Reply
    • Maica Rivera
      26 mayo, 2018 at 20:07
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      Angel:
      Soy yo la agradecida, pues no encuentro inhóspito ningún lugar; el mundo me acoge, me envuelve y mima… y me narra su verdad. Tan solo me pide que todo lo escriba, para aquellos que no pueden viajar. Soy afortunada, pues sois muchos los que me acompañáis y jamás siento soledad. Gracias Ángel, por viajar conmigo, por estar cada día, por tu tiempo… por tu amistad. Un gran abrazo desde Chile.
      Maica Rivera

      Reply
  • 27 mayo, 2018 at 21:56
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    Te lo contare cuando vengas a Francia a ver mi tia

    Reply
    • Maica Rivera
      28 mayo, 2018 at 06:26
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      Rubén:
      Espero ir a Francia en agosto a visitar a Berenice y a conoceros! Un gran abrazo desde Chile.
      Maica Rivera

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  • 2 junio, 2018 at 10:39
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    … La mujer siempre lleva escrito en su suave piel los VERSOS … que no consigue… VER…

    Tierra y cielo se convierten en el cuerpo de su … AMAD@… así Licancabur recorta hermoso el horizonte como un bello pecho de… MUJER…
    La PASIÓN como un volcán en erupción…
    tan hermosos como peligrosos… SON…

    Mi querida amiga MAICA… creo que la soledad tan sólo para… CREAR… y en silencio que el paisaje NOS cuente sus… SECRETOS…

    Dejemos que el mundo siga girando SU locura…
    mientras tanto bailemos desnudos sobre clel blanco polvo de la … LUNA…
    Excelente artículo amiga MAICA…
    Muchos besos y abrazos para TÍ… 💋💋💋

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    • Maica Rivera
      2 junio, 2018 at 13:28
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      …Versos que no todos pueden leer; los versos en la piel de la mujer solo unos pocos los saben leer…
      Mientras el mundo gira en su locura, yo bailo en torno a la mía, pues quiero conquistar a la Luna.
      Gracias mi querido artista, gracias por el tiempo que me dedicas… y por ser mi poeta, con el permiso de Pablo Neruda.
      Un gran abrazo… cada vez más cerca tuya.
      Maica Rivera

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  • 2 junio, 2018 at 10:46
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    Preciosa leyenda…..que cautiva . los. corazones enamorados. y sus paisajes enigmaticos…..disfruta de un momento
    Asi ..un abrazo y un beso mi querida Maica .

    Reply
    • Maica Rivera
      2 junio, 2018 at 13:19
      Permalink

      Antonio:
      Disfruto del momento de leer comentarios tan bonitos como el tuyo… gracias. Los paisajes volcánicos tienen magia Antonio, quizás sea por la leyenda, o tal vez porque realmente duermen, y con sus sueños nos «atrapan»… Un gran abrazo y cuídate mucho querido Antonio, pues me quedan cientos de lugares del mundo por explorar para escribir… y espero tu «compañía» como todos estos años, no tenerla me desolaría.
      Maica Rivera

      Reply

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